jueves, 22 de diciembre de 2011

PRUEBAS CIENTÍFICAS SOBRE LA UNIÓN MENTAL Y COMUNICACIÓN ENTRE TODO LO QUE EXISTE.



¿Existe un plan inteligente en el universo visible y no visible? ¿Coexistimos simultáneamente en multitud de dimensiones, como un campo de conciencia unificada desde siempre y por toda la eternidad? ¿Quién o qué a hecho todo esto? ¿Existirá detrás algo oculto? ¿Será nuestra misión descubrirlo?...




La idea de un mundo y universo intercomunicado es cada vez más consciente. La sospecha científica de la existencia de un estado implícito de unión entre todas las cosas,  coincide con una
visión de un universo emanado desde una inteligencia, llamémosla cada uno como quiera pero inteligencia al fin. Hoy existen suficientes y probadas evidencias con descubrimientos científicos que explican nuestro origen común.

En el año 1964 fue publicado un informe matemático que causó asombro entre todos los ámbitos de la ciencia, el autor era un científico irlandés llamado John Steward Bell que trabajaba en
el centro de investigaciones nucleares de Suiza. El informe conocido como el teorema de Bell demuestra que si existe un universo objetivo y las ecuaciones de la física cuántica conocidas y aceptadas lo describen con precisión, entonces no cabe duda de que cualquier grupo de partículas que en algún momento hubiesen entrado en contacto entre sí continuaran influyéndose mutuamente con independencia de su alejamiento en el espacio, y del tiempo transcurrido. Pondríamos como ejemplo el caso de dos personas que se hayan encontrado y saludado en una ocasión, entre ellas se habrá creado un sistema unificado que les mantendría en permanente relación aunque jamás vuelvan a encontrarse y aunque se ubicaran en los extremos opuestos del vasto universo.

El Teorema de Bell muestra un universo tan extraño y complejo que parece estar más cerca de la visión mística que de los clásicos postulados científicos. El informe Bell vendría reforzado por una aportación científica anterior formulada por Einsten, Rosen y Podolsky publicada en el año 1935 con el nombre de “paradoja E.R.P. En la cual si dos partículas elementales se relacionan entre si o entran en contacto o surgen de un mismo proceso y luego se separan en el espacio, cualquier modificación de una de ellas provocará una reacción idéntica en la otra, sin importar la distancia que las separe.

Décadas después, en 1982 en Dr. Aspect de la universidad de París llevaría a cabo experimentos basados en la paradoja E.R.P. , exponiendo la creencia en un universo holístico en el que todo está interrelacionado a condición de que antes haya existido relación entre los elementos. Esto suponía un importante avance tanto para el conocimiento de un universo interrelacionado, como para el conocimiento del yo o la personalidad.
Pero el asunto no termina ahí. Científicos expertos en el campo de la neurofisiología han estudiado igualmente las reacciones entre personas que nunca han estado en contacto, no han interactuado cuando una de ellas se sometía a un determinado estimulo conforme a lo establecido en la paradoja E.R.P. dos personas A y B sin ningún contacto no originarían reacción. Pero no sucedió así. A y B fueron colocadas a distancia en compartimentos alejados, sin que ninguna de ellas conociera de antemano el propósito del experimento, y con sus cerebros conectados a aparatos de medición y control que registrarían sus respectivas reacciones. Seguidamente, A fue sometida a repetidos e intensos destellos luminosos mediante un foco de luz controlado por el investigador. Instantáneamente su cerebro acusó el estimulo quedando registrado su reacción.

Mientras tanto, B era sometido a minuciosa observación y el resultado fue espectacular, coincidiendo con el estimulo luminoso provocado sobre A y con su reacción cerebral, B respondía automáticamente al estimulo de igual modo que A. Las pruebas se repitieron cientos de veces con idéntico resultado. El cerebro de una persona era sensible al impacto provocado sobre el de otra y reaccionaba de igual modo que este aunque eran personas que jamás habían tenido contacto entre si y sin que pueda decirse que es lo que crea ese estado de interrelación entre ellas.

¿Contradice estos resultados a la paradoja E.R.P. (unión previa)? ¿O por el contrario la confirma y se supone la existencia de un contacto o estado de unión implícito entre ellos aún cuando no sea consciente de el? ¿No será que A y B constituyen ya un sistema unificado? Porque el encuentro o unión ya se ha producido, aunque ni A, ni B ni el experimentador lo conozcan y por eso es posible su reacción simultanea.

El teorema de Bell y la paradoja E.R.P. confirman el mantenimiento del vinculo entre dos elementos cualesquiera, desde una partícula a un ser humano a partir del momento en que entran en contacto por 1ª vez. La conexión entre ambos es un hecho incuestionable por cuanto ha sido científicamente probado. Pero la constatación de que dicha conexión existe sin haberse producido el encuentro inicial es la confirmación de que en algún momento o en algún nivel el encuentro se ha producido o se está produciendo.

Alexia Mulé

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