Este ha sido un domingo 20 de Mayo muy especial. La Física cuántica y la consciencia parecen llegar a un acuerdo. Existen infinitos futuros que obedecen variadas lineas de tiempo, en infinitos universos posibles.
No creo en ninguna profecía que señale un día determinado para un evento. Las profecías son dadas justamente para que no se cumplan, abriendo el camino para que el pensamiento colectivo se encargue de empalmar las conciencias que vibran en la misma frecuencia y podamos hacer los cambios que sean necesarios.
Hubo una intensa preocupación por los terremotos manifestados, en especial después de escuchar el movimiento sísmico que tuvo lugar en Italia. Somos cada uno de nosotros los verdaderos responsables de que al irnos a dormir, posibilitamos en nuestra comunicación con nuestro ser espiritual (libre de la temporalidad), la construcción de un futuro influenciado por nuestros sentimientos, miedos, temores y deseos.
El futuro global del planeta, sería entonces, el total de los futuros de todos los seres que lo habitamos. Para que cambie un futuro global, es preciso un número determinado de personas que deseen y proyecten ese futuro. La meditación, antes de dormirnos, nuestro deseo de consciencia en nuestros sueños lo hará posible.
Los profetas pueden tener visiones de lo que va a suceder. Estas visiones suponen una posibilidad que en el día de la visión tendría posibilidades de realizarse. Estas visiones no tienen una fecha. Es algo que ocurrirá cuando un número de personas posibiliten que ocurra.
Así pues el futuro no se puede adivinar con fecha exacta. El futuro que se ha profetizado puede cambiar en cualquier momento cuando la inercia de la gente cambie. Esto es un poco lo que intenta detectar ese proyecto que analiza la red, que se llama “conciencia planetaria”.
Según esto, y como siempre digo: EL FUTURO, depende de nosotros, de nuestra consciencia para aceptar que podemos modificarlo, y del número de nosotros que decididamente se ponga a la tarea.
Los eclipses, los alineamientos, las profecías, y todo lo que venga, sólo seran señales de atención, nada más.
SEÑALES QUE NOS HAGAN VER, AQUELLO EN LO QUE TENEMOS QUE FIJARNOS PARA CAMBIARLO A NUESTRO BENEFICIO.
A partir de ahora, vienen fechas en las que se han escrito muchos sucesos, pero de nosotros depende que se hagan o no realidad.
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