El jefe de la investigación, Samuel Ting, afirmó que el espectrómetro magnético Alfa (AMS) ubicado a bordo de la Estación Espacial Internacional capturó un número elevado de partículas de positrones en ciertas partes del
espacio, supuestamente creadas por la descomposición de la materia oscura.
“En los próximos meses, el AMS será capaz de revelar concluyentemente si estos positrones son una señal de la materia oscura o si tienen otro origen”, indicó Ting y agregó que las ‘olas’ de estas partículas podrían haber sido causadas por púlsares, estrellas de neutrones que emiten radiación periódica.
Por su parte, la física del CERN Pauline Gagnon, subrayó, citada por Reuters, que la investigación podría permitir “detectar por primera vez realmente pronto la materia oscura”. “Eso sería fantástico, como descubrir un continente nuevo. Abrirá la puerta a un mundo completamente nuevo”, explicó Gagnon.
Ting considera a la
materia oscura ”uno de los misterios más importantes de la física de hoy en día”. Esta sustancia mantiene unidas a las galaxias y al resto del universo y goza de una energía seis veces más potente que la de la materia ordinaria.
Los astrofísicos actualmente disponen de sólidos indicios de que está formada por partículas completamente diferentes de los conocidos neutrones, protones y electrones que conforman la materia visible. Estas partículas forman parte del modelo estándar de la
física que no contempla las leyes de gravedad y se conocen como WIMP, partículas masivas que interactúan débilmente.
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