domingo, 21 de julio de 2013

LA MUERTE SEGUN EL HIDUISMO

La ceremonia hindú de despedida de sus seres queridos es una cremación. los muertos son despachados normalmente de una forma sobria y rápida, muy rápida, demasiado para lo que entiendo yo; la mayoría, a las tres o cuatro horas después de morir ya han pasado a formar parte del río en forma de ceniza. 



Solo se avisa a los parientes más cercanos y que se encuentren más a mano por lo que los entierros suelen ser poco concurridos y, a la mayor brevedad, se procede a realizar el ritual de despedida del difunto junto a las aguas del río sagrado



Katmandú tiene 17 crematorios ceremoniales donde proceden a despedir a sus seres queridos camino de la próxima reencarnación. Este es el más emblemático, antiguo crematorio real ahora puede ser usado por cualquiera y está situado a los pies del templo más importante y sagrado del hinduismo en todo Nepal, el Templo De Oro.



Junto al río sagrado se colocan los cadáveres a los que apenas unos minutos antes han certificado su muerte. El guía que se nos ha ofrecido ha relatarnos todos los entresijos de los rituales hindúes de la muerte y de la ceremonia de la quema de cuerpos no dice que para ellos la muerte es algo natural, un paso más camino hacia otra vida, que a diferencia de occidente no se ven escenas de duelo y dolor ya que vida y muerte, es una parte más de la comosvisión de su religión; nos recalca que es algo muy natural no como en occidente.

Se procede al lavado de cara y pies con el agua sagrada como parte de ritual, incluso se le coloca al muerto con los pies dentro del agua del río del cuerpo aún carente de rigor mortis.




Este cadáver en concreto no tenía mas que a media docena de personas en la ceremonia de cremación. En la foto podemos ver como algunos de sus más allegados le dan el último adiós, quizás sea su mujer o su hija y a pesar de lo que que el guía nos dijo en ellas se puede apreciar el dolor por la pérdida del ser querido.



Todo discurre a mucha velocidad. Una vez dado el último adiós se procede a ocultar el rostro del muerto que hasta entonces estaba descubierto.



Algunos curiosos y los pocos familiares son los que acompañan al muerto en el último adiós.

Todas sus pertenecías personales son arrojas al río, cualquiera puede recogerlas y quedárselas, de hecho varios hombres y un par de niños de apenas cuatro o cinco años estaban por allí recogiendo todo lo que habían tirado de estos cadáveres como se puede observar en la parte superior derecha de la fotografía de arriba; en la foto también podemos apreciar a un mono bebiendo en la parte inferior derecha junto al cadáver y a una mujer recogiendo agua en la parte inferior izquierda.

Después se colocan los cuerpos sobre unas maderas entre las que colocan bolsas de de grasa o mantequilla para ayudar a una mejor combustión y que el cadáver quede reducido a cenizas, todo tiene que ser natural y sagrado, no se puede usar gasolina ni ninguna sustancia no orgánica y, como estos productos son caros solo los ricos pueden costearse la suficiente cantidad para que la cremación sea perfecta.






Encima del cadáver se coloca paja en cantidad para que se guarde el mayor calor posible dentro de la pira a modo de horno. Si el muerto es muy pobre y no le pusieron las suficientes bolsas de mantequilla la paja se humedece para que la combustión se alargue lo suficiente para reducir a cenizas el cadáver. Nos dicen que cuando hay muchos cadáveres esperando la cremación los despachan lo más rápido que pueden, la señal de que se ha consumado la cremación es un ruido seco a modo de pequeña explosión que indica que el cráneo del fallecido a reventado por el calor, entonces el sacerdote procede a arrojar los restos del muerto y de la pira al río.







Una vez prendido fuego solo el sacerdote se queda con el difunto, los familiares ya han abandonado el lugar.
Cremación de varios cuerpos en los altares dispuestos para tal fin. Una vez que el cuepo se ha convertido en cenizas se arrojan al río junto con los restos de maderas, vuelve a la naturaleza lo que salió de ella en forma de los considerados cinco elementos básicos de la naturaleza: aire, fuego, madera, tierra, agua.

En la distancia pude oír los lamentos de una de las viudas, su marido un antiguo gurka fue despedido por sus compañeros de armas, sus hijos parecían que estaban de paseo un día cualquiera pero ella lloró de forma desgarradora y tan desconsolada como en cualquier parte del mundo lo hubiera hecho una mujer que despide a su ser más querido. Si, puede que su forma de entender el cosmos, su forma de ver el paso de la vida a la muerte en su religión sea muy natural pero lo que vi yo fue mucho dolor, dolor profundo y sincero aunque después piense que su marido se ha reencarnado en otra persona o en una animal si fue malo durante su vida.

Nada de lo que escuches, sin importar quien lo diga. Nada de lo que leas, sin importar dónde esté escrito. Nada debes aceptar, sin previo discernirlo. Y por ti mismo, deberás decidir su validez o no. 

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