viernes, 29 de agosto de 2014

¿Naciones Unidas responsable de delitos de guerra?


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Un nuevo informe, del Centro de Investigaciones de Políticas del Medio Oriente, revela cómo fue permitida la actividad de Hamas en las plantas de la UNRWA. Senadores norteamericanos demandan la investigación. UNRWA desmiente: “Condenamos la violencia”.
¿Cómo se denominaría una organización humanitaria, en donde una parte de los libros de texto en su escuela enseñan sobre la Jihad contra Israel y de la que Hamas se apoderó de facto de parte de sus instituciones?
¿Cuál sería el título que corresponde a la sede de la UNRWA en Gaza, la Agencia de asistencia y empleo de Naciones Unidas en la Franja, en donde terroristas y activistas del terror se filtraron en su sistema de enseñanza y que, en la última guerra, lanzaron bombas y misiles desde lugares vecinos a sus instituciones, incluso desde su interior, hacia el Estado de Israel? Y, en general, ¿Qué es, con exactitud, esa Agencia de refugiados gazatí, creada por la ONU, hace decenas de años, que refuerza el problema de los refugiados, se ocupa de su “educación y bienestar” pero se abstiene, según sus declaraciones, de su reconstrucción?
Depende a quien se le pregunte…
El Centro de Investigaciones de Políticas del Medio Oriente, que publica ahora un informe actualizado sobre UNRWA en Gaza, está convencido que llegó el momento de llamar al niño por su nombre: “UNRWA, se convirtió, en la práctica (por propia voluntad o no) en la posada del terror”.
Detrás de esa definición aparecen dos responsables del informe: David Bedin, jefe del Centro de Investigaciones de Políticas del Medio Oriente y Johannan Dahuh Halevy, Teniente Coronel de la Fuerza de Inteligencia y ex asesor de planificación política de la Cancillería, actual investigador del Jerusalem Centre for Public Affairs.
En el gobierno y las FDI abundan los signos de interrogación, a lo largo de los años, alrededor del comportamiento de UNRWA en Gaza. En UNRWA, por el contrario miran la realidad con otros ojos.
Chris Gunness, vocero de la Organización, sostiene que se trata de una serie de mentiras. Gunness, a quien el público israelí solo conoció hace poco – al estallar en llanto durante una transmisión televisiva de la red al-Jazeera- en el marco de la grave situación en Gaza, está convencido que los medios, en Israel, deben enfocarse en el sufrimiento de la población en Gaza.
¿”Por qué no me pregunta sobre los muchos palestinos muertos, aquellos que murieron mientras permanecían en nuestras bases, sobre el daño y la muerte que provocó la desproporcionada respuesta israelí?”
Esta ofensiva – entre Bedin, su gente y Gunness- no es la primera. Ambos se enfrentan, desde hace años, alrededor de reiteradas publicaciones de Bedin pero, en esta oportunidad, el informe (basado en fuentes palestinas y en todo los referido al lanzamiento de misiles) según información de las FDI, se publica algunas semanas después que los misiles fueran lanzados desde las proximidades o desde el interior de las bases de UNRWA y, después que la propia Agencia difundiera anuncios sobre el hallazgo, dentro de sus instalaciones, de misiles.
El terreno no miente
Mención: El 17 de julio, UNRWA anunció haber localizado 20 misiles en el área de una escuela vacía en Gaza. UNRWA no reveló de qué escuela se trata, no detalló qué tipo de misiles ni quién es el elemento en Gaza a quien le fue transferido. Al mismo tiempo condenó, de gravedad, a quienes colocaron los misiles en el lugar; definió su accionar como “brutal violación de la ley internacional” y determinó que “ello pone en riesgo, de manera significativa, la vida de los civiles palestinos que viven en la Franja”.
Dos comunicados similares, fueron publicados por UNRWA, el 22 y el 30 de julio.
Al mismo tiempo, fueron lanzados misiles desde lugares vecinos o desde el interior de las instituciones de la UNRWA, tanto desde lanzamisiles emplazados cercanos al refugio de la UNRWA en la zona de Beit Hanoun, como un lugar vecino a una de las escuelas de la UNRWA en la Franja. Las FDI dieron cuenta del hallazgo de un lanzamisiles, cerca del Hotel “Almstel”, en el campo de refugiados Shati mientras, sobre el techo del edificio vecino, se veía – con claridad- un símbolo de la ONU. Según datos de las FDI, fueron lanzados, en total, 30 misiles desde las plantas de la UNRWA o desde sitios vecinos a ellos durante la batalla en Gaza.
A ello deben agregarse dos teorías más, originadas en las FDI. La primera es más conocida: el 30 de julio revelaron las FDI un túnel de ataque, que fue excavado desde el interior de un dispensario médico, administrado por la UNRWA en la zona de al-Farahin, al este de Khan Yunis.
Al momento de la revisión del lugar, los hombres de Hamas hicieron estallar doce cargas explosivas, colocadas en las paredes del consultorio y, como consecuencia, murieron tres combatientes de las FDI: Matan Gotlieb, Omer Chai y Guy Algaranti.
El segundo caso, es menos conocido: en uno de los túneles de ataque, cavados desde adentro de una casa particular en Gaza, los soldados encontraron equipamiento de la UNRWA (que ayudó a la excavación) y bolsas de harina con el sello de la organización, que sirvieron para ocultar la arena quitada durante la tarea de cavado.
Ahora vienen Bedin y Dahuh Halevy a contar una historia que demuestra que, la UNRWA y Hamas, aparecen involucrados, mas de una vez, entre sí. La organización de trabajadores de la UNRWA, dice Bedin es, de hecho controlado, desde hace largos años, por Hamas. En las últimas elecciones, celebradas por su Asociación de Trabajadores (septiembre, 2012), ganó la “lista profesional”, conducida por un activista destacado de Hamas, Suheil al-Hindi. 11.500 trabajadores de UNRWA, que participaron de esas votaciones, se inclinaron, de manera decisiva, por la lista profesional, identificada con Hamas. Les otorgaron las 11 bancas destinadas al sector docente, 6 de las 7 bancas del sector de los trabajadores y 8 de las 9 bancas al sector de servicios.
Dahuh Halevy trae en el informe ejemplos de activistas terroristas, empleados en funciones destacadas y en la enseñanza en las instituciones de la UNWRA. Uno de ellos, al-Hindi, mencionado antes, que se desempeñara en el pasado como responsable del sector docente de la UNRWA, habló durante la Segunda Intifada elogiando a los terroristas suicidas, egresados del sistema de educación palestina. Explicó que “El camino a Palestina pasa por la sangre de los jihadistas” y que “los jihadíes diseñan la historia con partes del cuerpo de los que explotan”. En el informe, Al-Hindi, es descripto como “de gran influencia en el sistema de educación de UNRWA y, en general, sobre los contenidos que allí se aprenden”. UNRWA sostiene que ya no es empleado de la organización. Bedin dice que permanece en el terreno, vinculado a la organización y continúa influyendo. Al-Hindi, de cualquier forma, no está solo.
Isa Abdul-Hadi al-Batran, por ejemplo, graduado del sistema educativo de la UNRWA en la Franja y, durante años, docente de la escuela de la UNRWA en el centro de la Franja, fue desvinculado de la organización en 2009, después de resultar herido de gravedad en un accidente de trabajo, en el marco de su actividad en las Brigadas al- Din al-Qassam. Varias veces, Israel intentó eliminarlo y lo logró en julio 2010.
Awad al-Qiq, docente, educador y director de la escuela de UNRWA en Rafiah. Se desempeñó, al mismo tiempo, como jefe de la unidad de ingeniería y fabricación de medios de guerra de la Jihad Islámica en la Franja. Fue eliminado en un ataque de la Fuerza Aérea destinada al taller de fabricación de armas en Rafiah. Al-Qiq fue uno de los activistas principales a cargo de la fabricación de misiles y desarrollo para la Jihad Islámica. Formó a generaciones de ingenieros en base al conocimiento acumulado. Su historia es relevante hoy no solo debido a su vinculación con el sistema de fabricación de misiles. En verano de 2006, al-Qiq realizó una visita a China, en cuyo transcurso reveló interés en recursos aéreos livianos, probablemente a los fines de su adquisición y fabricación, destinados a perpetrar atentados contra Israel, que Hamas intentaba poner en práctica durante la operación Margen Protector.
Otros dos empleados de UNRWA, muertos en los últimos años, son: Suhair al-Qaisi y Said Siyam. Al-Qaisi sirvió, durante años, como docente de matemática en la escuela de UNRWA y, al mismo tiempo fue destacado comandante de la comisión de resistencia popular. Fue eliminado por las FDI en marzo de 2012.
Said Siyam, ex ministro del Interior de Hamas, responsable de la fuerza militar en la Franja de Gaza, sirvió durante 23 años como docente y educador en la escuela de UNRWA. Resultó muerto en un ataque de las FDI (enero, 2009).
Educación para la lucha
Dahuh Halevy, describe el perfil que caracteriza la acción del “bloque islámico en la escuela de UNRWA”. Dice que “Su estrategia consiste en empujar a los alumnos a una variedad de actividades que realiza la organización, reforzar su creencia en el Islam y poco a poco, acercarlos a la ideología de Hamas, hasta su transformación en activistas del movimiento y en su brazo armado”.
Dahuh Halevy, revela que “En todas las escuelas, inclusive aquellas dirigidas por la UNRWA, Hamas designa un representante, que encabeza una rama del bloque islámico, que sirve de factor vinculante con el movimiento y responsable del alistamiento de alumnos para ese bloque”.
Dahuh Halevy evaluó los datos personales de muchos de los activistas de las Brigadas de al-Qassam que resultaron muertos y “muchas decenas de ellos”, según sus palabras. “Comenzaron su camino, como activistas, en el bloque islámico en las escuelas de la UNWRA en la Franja de Gaza. Se incorporaron a Hamas y a Los Hermanos Musulmanes y , en una etapa posterior al brazo armado de Hamas –Brigadas az din al-Qqassam. Todos estuvieron involucrados en acciones terroristas contra Israel o en la lucha contra las fuerzas de las FDI”. A ello, cabe sumar la abarcadora investigación del Doctor Arnon Gross que, durante diez años, estudió 150 libros de texto de 1° grado a 3° año, en uso en las escuelas de la UNRWA y editados por la Autoridad Palestina. Gross, con un tercer título en estudios del Islam de la Universidad de Princeton, halló que, en esos libros, existen contenidos que abonan el apego a lo que se denomina “Derecho al Retorno” de los refugiados palestinos y sus descendientes al territorio del Estado de Israel e, incluso, incentivan la lucha violenta contra Israel. Parte de esos contenidos incluyen el estudio de canciones, que destacan el retorno de los refugiados y recuerdan, en ese contexto, el término de la Jihad creando coronas para la muerte de los “mártires”, como muerte salvadora, a la que debe aspirarse.
Esos libros de texto están plagados de expresiones de odio hacia los judíos e Israel. Incluyen información errada que anula la presencia judía e israelí en Israel, exhiben los lugares santos para los judíos como lugares santos para los musulmanes de los que fueron despojados y hasta violentan la presencia de Israel. Las palabras están detalladas, documentadas y testimoniadas “…mañana retornaremos y las generaciones oirán…límites no habrá ni tampoco fortalezas ni fortificaciones…retornamos a las casa en los valles/ con las banderas de la Jihad y la batalla…”, dice en el poema del libro “Nuestra bella lengua” para 5° grado.
En otro libro, de educación islámica, destinado a 6° grado, se dice: “El campamento no es considerado el lugar de residencia original del refugiado palestino sino que es sitio de residencia temporario en el que se ve obligado a vivir. Todos los palestinos esperan el retorno de todo palestino a su ciudad, aldea, de la cual fue obligado a emigrar”.
En cierta etapa, Gross fue convocado por Bedin y el “Centro de Investigaciones de políticas del Medio Oriente” y exhibió sus hallazgos en la Knesset, en la Comision de Exteriores del Senado norteamericano y ante el Parlamento británico. Bedin dice que se trata de “Usinas de odio”. Chris Gunness, vocero de la UNRWA, afirma que se trata de pilas de mentiras. Según Gunness, son los mismos libros de texto de la Autoridad Palestina que el sistema educativo del Estado de Israel autoriza para su estudio a los habitantes de Jerusalén Oriental. “¿Acaso Bedin pretende anular lo que el sistema educativo israelí aprueba?”, pregunta.
Gross dice que la UNRWA condena toda violencia. Reconoce, por supuesto, la existencia del Estado de Israel. No colabora con la Jihad y hasta despeja los carteles contra el Estado de Israel si éstos parecen pegados en las escuelas y sus plantas. Niega las publicaciones (ese argumento no fue elevado por Bedin ni Dahuh Halevy) que los misiles encontrados en las plantas de la UNRWA fueron restituidas a Hamas. “Esa es mentira”, dice. “Esos misiles fueron transferidos a otros factores para que no se haga uso de ellos”.
¿Maestros o terroristas?
Si Bedin estuviese solo, quizás, sería posible catalogar las riñas actuales entre él y Gunness como otro capítulo más de la prolongada ofensiva entre ellos. Pero, argumentos similares, fueron difundidos, hace algunos años por James Lindsay, ex asesor legal de la UNRWA, en el marco de una investigación que escribiera para el Instituto Washington de Políticas del Medio Oriente cercano. Lindsay, destaca que “UNRWA no tomó medidas para identificar y rechazar a los terroristas de las filas de su personal o de sus tomadores de decisiones ni tampoco para impedir a los miembros de las organizaciones (como Hamas) su incorporación a su equipo”. Lindsay escribió (2007), “UNRWA no realiza revisiones de seguridad antes de emplear trabajadores ni supervisa la conducta de sus empleados fuera del tiempo de trabajo para garantizar adecuaciones con las leyes contra el terror de la organización”. Lindsay escribió 84 páginas. Determinó, entre otras cosas que “El fracaso de la UNRWA en reconstruir a los refugiados surge de una decisión política” y que “A lo largo de los años, la Agencia de la ONU, adoptó una concepción política que prefiere la narrativa árabe y palestina para los sucesos en el Medio Oriente”. “UNRWA adoptó una tendencia según la cual los refugiados deben retornar a los territorios, que se encuentran actualmente a manos del Estado de Israel y así incentivó a los palestinos a luchar guerras perdidas, cortando las manos de los palestinos que querían avanzar hacia la paz”. Citó investigaciones, hechas en el sistema educativo de la UNRWA y en sus contenidos halló, igual que Bedin, que los mapas en los libros de texto no incluyen al Estado de Israel.
Los jefes de UNRWA en Gaza, a lo largo de las generaciones, se vincularon de manera diferente a las evidencias que Bedin, Dahuh Halevy y Lindsay que fueron incluidas en sus informes. Uno de ellos, Peter Hansen dijo, en el pasado, que no tiene problema con que los hombres de Hamas trabajen en la UNRWA y que no todo activista de Hamas es terrorista. John Ging, en cambio, entrevistado, hace algunos años, por “Israel en la semana”, no desvinculó a Hamas de su responsabilidad por la situación en la Franja. Destacó que, desde que Hamas ascendiera al poder, la “economía de Gaza colapsó y generó una pobreza sin precedente”. Ging era consciente de la “debilidad de los libros” con los que se estudia en las escuelas de la UNRWA, pero dijo que para equilibrar las cosas, en las escuelas de la Agencia de refugiados se enseñan los derechos humanos y hasta la Segunda Guerra con la Shoa.
Sobre el último informe del Centro de Investigaciones de Políticas del Medio Oriente, presentado a la ONU (que demuestra sobre los vínculos y relaciones entre UNRWA y las organizaciones terroristas) el vocero de la UNRWA, Chris Gunness, se abstuvo de reaccionar. “UNRWA cuenta con procedimientos y medidas claras que cuidan la neutralidad en las instituciones de la Franja, incluyendo la fuerte prohibición de portar armas en su área. Cuando descubrimos armas en el terreno los denunciamos y abrimos una investigación”, agregó Gunness y afirmó: “El informe al cual se refieren es todo mentira; un monton de mentiras. Todas son ofensas. La gente en Israel no es consciente del sufrimiento humano, sin precedentes, de la población en Gaza a partir de la guerra y de nuestra amplia actividad humanitaria. ¿Quizás puedan concentrarse en ello?” intenté argumentar ante Gunness. Las evidencias del informe justamente evidencian una tarea seria. Gunnes se apuró a decir que no tenia tiempo y que se requerirá un trabajo en el terreno, de varios meses, para revisar las denuncias del informe y responder.
Dahuh Halevy destacó que, a partir de la revuelta militar, en el transcurso de la cual Hamas tomó el poder en la Franja ( junio, 2007), se recibieron informes, incluso de organizaciones de derechos humanos palestinas según los cuales, fuerzas armadas del gobierno de Hamas, se apoderaron de las instituciones de la UNRWA en la Franja. Además señalaban que radicaron, en algunas, a fuerzas de las Brigadas de al-Qassam, el brazo armado de la organización. Padres de alumnos, que estudian en las escuelas de la UNRWA, enviaron hace algunos años una carta a una personalidad de la organización sosteniendo que, decenas de docentes pertenecientes a las Brigadas, enseñan en las escuelas de la Agencia de la ONU.
Absurdo sobre el refugio
El parcial apoderamiento de Hamas sobre las instituciones de la UNRWA debe, según Dahuh Halevy, encender una luz roja sobre la posibilidad que los fondos enviados por los países donantes ( entre ellos, Canadá y Estados Unidos) a la organización, hagan su ruta para el financiamiento de sueldos de activistas de Hamas y la Jihad Islámica, que enseñan a generaciones de descendientes de refugiados palestinos, sobre los valores de la Jihad contra Israel.
Hace algunos días, como si hubieran escuchados sus palabras, tres senadores norteamericanos (Senador Cardin de Maryland, el Senador Kirk de Illinois y el Senador Rubio por Florida) dijeron que exigen conformar una comisión independiente que revise si existio intervención de Hamas en la UNRWA.
El Centro de Información de Inteligencia y Terror publicó que, parte de los materiales de construcción que sirvieron a la creación de túneles de ataque, fueron extraídos de las ruinas de Gush Katif. Dahuh Halevy revela que, la conducción palestina, rechazó la propuesta de relocalizar a los refugiados en los territorios de los asentamientos, que fueron desalojados en la Franja de Gaza “a los fines de conservar su derecho al retorno”. Por tanto, mientras uno de las imposiciones principales de la representación mundial de la ONU para asuntos de refugiados es relocalizarlos, UNRWA, según su definición, es responsable solo de la educación, el bienestar y no está autorizada a ocuparse de su reinserción; es decir, de su relocalización.
La ex diputada de la Knesset, Dr. Einat Wilf, miembro destacada del Instituto de Política del Pueblo judío se ocupó mucho de las cuestiones de UNRWA y afirma, en ese contexto, que en el presente se encuentran registrados en la UNRWA cinco millones de refugiados.
Wilf está convencida que los estados del mundo deben dejar de financiar a la UNRWA. “Estados Unidos, Australia, Japón y la Unión Europea, no entienden que, su apoyo económico a la UNRWA, no consiste solo en la ayuda a una organización humanitaria sino también un apoyo a una organización palestina, no neutral, cuyos empleados son gazatíes, muchos simpatizantes de Hamas, al igual que la mayor parte de la población de Gaza”, explica. Según Wilf, “El apoyo económico de los estados del mundo a la UNRWA garantizará que nunca habrá dos estados para dos pueblos. Los palestinos continúan recibiendo, de la UNRWA, su legitimidad al derecho al retorno, entonces, ¿por qué aceptarían dos estados? Wilf afirma que el Estado de Israel también debe cambiar su política positiva hacia la organización: “UNRWA, de hecho, garantiza que una generación tras otra sean otros terroristas más, gente que se re-alista a las organizaciones terroristas; criando y educando a personas que nacieron en Gaza para el sueño del retorno a Ashkelon. Así, en la practica, se ocupan que el problema de los refugiados exista por siempre.
El absurdo en la situación genética del refugio palestino, de la cual UNRWA es una socia plena, quedó plasmada en los últimos años por medio de la historia de decenas de miles de descendientes de refugiados palestinos, cuyos antepasados abandonaron el país en 1948 y se establecieron en Irak. Los hijos, nietos y bisnietos gozaron de una relación adecuada, por parte de las autoridades de Irak, y se ubicaron allí, aunque formalmente, continuaron llamándose “refugiados”. Según la política de la ONU el linaje del refugio palestino no tiene, por ahora final, pasando de padres a hijos y de generación en generación.
A pesar de ello, los descendientes de refugiados que construyeron sus vidas en Irak no tomaron en cuenta la posibilidad que un día retornarían a ser refugiados de hecho y no solo en el título.
En 2003, tras la caída de Saddam Hussein, en el medio del caos reinante en Irak, decenas de miles de descendientes de refugiados palestinos originales se encontraron, de repente, siendo perseguidos por las fracciones y milicias locales. Muchos huyeron hacia el límite Irak-Siria y se instalaron en el sitio del campo Al-Tanaf, en condiciones de clima adverso, en carpas y sin agua corriente. Para su gran suerte, esos refugiados quedaron en condiciones de miseria en una zona de la que UNRWA – Agencia de Asistencia y Empleo de la ONU para los refugiados palestinos- no es responsable. Eso permitió, a la organización general de la ONU para los refugiados, llegar a un acuerdo con el gobierno de Chile para la absorción y relocalización en el territorio chileno, donde ya residían, desde hacía muchos años, la mayor comunidad por fuera del Medio Oriente, (alrededor de 350 mil personas). En Gaza, por el contrario, es imposible anular el status de refugio. Por debajo de ello, queda perpetuado el problema y las organizaciones terroristas encuentran su camino en el interior de la UNRWA que, en la práctica, preserva el problema.
Fuente: Israel Today

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