El Parlamento turco ha aprobado el viernes pasado una ley que le da potestad al primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, y otros miembros de su gabinete para cerrar cualquier página web en un margen de tiempo récord de cuatro horas.
El principal artículo de esta nueva “ley” que se han sacado de la manga así como si tal cosa establece que un grupo de ministros podrá ordenar la eliminación o bloqueo de cualquier publicación en Internet para “defender el derecho a la vida, asegurar la propiedad, asegurar la seguridad nacional y el orden público, evitar delitos o proteger la salud pública”.
Lo que viene a ser censura pura y dura contra todas aquellas personas que sean incómodas para el gobierno de turquía o sean contrarias a el.
La Autoridad de Telecomunicaciones de Turquía (TIB) sería la encargada de ejecutar la petición censuradora. Después, la TIB deberá presentar la decisión ante un juez antes de 24 horas para que esta medida sea finalmente aprobada.
En este caso, el juez tiene 48 horas para decidir sobre el bloqueo. Si no se obtiene un veredicto, la prohibición de acceso quedaría automáticamente revocada.
En este momento, en Turquía permanecen bloqueadas hasta 67.000 páginas web y parece que la cosa va a ir a más; ya se pueden reir los turcos de la censura en internet modo china.
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