Según información del portal Infovaticana.com el Papa Francisco estaría pensando seriamente en dejar la residencia de verano de los pontífices, Castel Gandolfo, para convertirla en un museo.
Francisco no estaría de acuerdo con mantener una propiedad de 55 hectáreas para que el Papa pase unas pocas semanas al año. Además, al convertirse en museo, los ingresos de los visitantes podrían servir para cubrir el déficit por el que pasa la Santa Sede.
"El pasado verano, tanto el Papa Francisco como el Papa emérito Benedicto XVI evitaron realizar el tradicional descanso estival en Castel Gandolfo. De hecho, Francisco ha estado en esta residencia en contadas ocasiones y fuentes cercanas al Pontífice señalan que él nunca veranea, sino que en la época estival el Santo Padre se dedica a rezar más y releer los clásicos, pero no se 'toma vacaciones', asegura el citado portal.
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