En 1976 la fotografía satelital número C-S11-32W071-03 de la NASA mostró algo muy extraño en medio de la densa selva sureste del Perú: Pirámides uniformemente espaciadas como objetos alineados en filas aparentemente ordenadas.
Varios investigadores creen que las pirámides de Paratoari, usualmente referidas como “los puntos”, son cantos de estribaciones truncadas, que pueden tomar la forma de pirámide natural, hay muchos otros investigadores que creen firmemente que estas estructuras fueron construidas en el pasado distante por una civilización que nunca antes ha sido visto.
Las imágenes causaron que numerosos investigadores se aventuran a la densa selva tropical en la zona del Manu en el sureste de Perú, con la esperanza de averiguar si estas estructuras fueron realmente construidos por una civilización antigua, perdida en el tiempo.
Mientras que renombrados arqueólogos han rehusado tomar en consideración las pirámides y su origen artificial, otros investigadores sugieren que el espacio de forma simétrica entre ellos y la forma uniforme de las estructuras apuntan al hecho de que no se trata de formaciones de piedra arenisca natural, como algunos han sugerido.
El mismo debate se puede ver en las pirámides “recientemente” descubierto en Bosnia. Aunque numerosos investigadores sugieren que las estructuras en Visoko son meras formaciones naturales, otros investigadores apuntan al hecho de que las estructuras de Bosnia son de origen artificial, al igual que las pirámides de Paratoari.
Tenemos que recordar que aún hoy, en el siglo XXI, hay lugares en la Tierra aún inexploradas y la selva amazónica es una de las regiones más inexploradas de todos ellos.
Las pirámides de Paratoari son estructuras simétricamente dispuestas que no podrían ser formaciones naturales, sino el producto de la mano del hombre.
Mirando las cosas desde un punto de vista histórico, sabemos que la zona de Madre de Dios ha sido definido por muchos investigadores en el pasado como el lugar donde los incas se escondieron tras el avance de los conquistadores españoles hacia el Cusco en 1533.
¿No sería lógico que los Incas crearan monumentos y estructuras en esa región? Ciertamente es posible, si se mantiene una mente abierta, entender que hay muchos secretos ocultos enterrados bajo las arenas, las selvas y los océanos de todo el mundo.
El misterio y la duda de las pirámides de Paratoari continúa, y tal vez algún día vamos a saber con certeza lo que estas misteriosas estructuras realmente son.
La zona de referencia no es accesible por carreteras ni vias pavimentadas, tampoco caminos de piedra (los caminos de piedra están en la zona arqueológica de Cusco y Madre de Dios). Cerca hay una comunidad pero no hay rasgos notorios de rasgos andinos. Las pirámides no son simetricas, en verdad son como montañitas.
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