Investigadores suizos de la École Polytechnique Fédérale de Lausanne, han desarrollado un ojo compuesto artificial inspirado en los ojos de los insectos y que podrá ser utilizado en drones en miniatura.
Los sistemas de visión solo pesan dos miligramos y tienen 2 milímetros de largo, estan formados por miles de grupos de fotorreceptores, que permiten a los insectos detectar incluso hasta los mínimos movimientos y medir su velocidad y dirección.
“Para ser relativamente autónomos, estos robots voladores deben ser capaces de detectar y evitar colisiones con su entorno. El mayor desafío era miniaturizar todos los componentes y lo hemos conseguido”, afirma Ramón Pericet Cámara, coordinador del proyecto.
Los Mini-drones están siendo cada vez más demandados para tareas de vigilancia y futuras operaciones de seguridad.
Los EE.UU. está trabajando en la construcción de drones del tamaño de insectos, capaces de entrar en los edificios sin ser vistos, para realizar operaciones militares o de rescate.
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