Estamos acostumbrados a sentirnos como individuos solitarios, porque nacimos en soledad y morimos en la misma condicion, pero la vivencia social nos permite entender que la compania de otros humanos, sustenta el principio de compartir, y crea la demanda de amor tan necesaria para hacer crecer los sentimientos y las emociones, que son la base del mundo nuevo.
El verdadero amor echa fuera el temor que es el responsable directo de todos los males del alma humana. No temamos, porque los cambios no seran para mal, sino para bien, y nosotros seremos los receptores de los nuevos dones espirituales que nos haran mejores seres, dignos de ser llamados humanos completos, con la esencia cristica dentro de nuestros corazones.
Kiesha Crowther, la pequeña abuela chamán from antinom on Vimeo.
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