Existen suficientes indicios científicos ( y cada día se acumulan nuevos datos) de que nuestra Luna, no sólo es el satélite más misterioso de todo el sistema solar, sino que además, no reune ninguna carácterística propia de un satélite, y mucho menos aún, de un cuerpo celeste tal y como los conocemos astronómicamente.
Para empezar, la Luna sigue la misma dirección rotacional que la tierra y gira más lejos al plano ecuatorial de la tierra. Algo insólito y muy poco común en un satélite. Pero lo más extraño es su enorme tamaño. Es una cuarta parte el tamaño de la tierra y su tamaño no está proporcionado a su masa. Esta es la posibilidad que se plantea en este breve vídeo introductorio. Seguiremos tratando este asunto en próximas entradas.
Para empezar, la Luna sigue la misma dirección rotacional que la tierra y gira más lejos al plano ecuatorial de la tierra. Algo insólito y muy poco común en un satélite. Pero lo más extraño es su enorme tamaño. Es una cuarta parte el tamaño de la tierra y su tamaño no está proporcionado a su masa. Esta es la posibilidad que se plantea en este breve vídeo introductorio. Seguiremos tratando este asunto en próximas entradas.
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