Un informe del Departamento de Trabajo de EE.UU. estima que 168 millones de menores trabajan en todo el mundo, muchos de ellos en oficios peligrosos.
Según un informe del Departamento de Trabajo de EE.UU. difundido este martes, 168 millones de niños entre 5 y 7 años trabajaban en 2013, precisando que muchas de las actividades que desarrollaban eran trabajos peligrosos.
La 13ª edición del Estudio sobre las Peores Formas de Trabajo de Menores, precisa que 85 de los 168 millones de niños trabajadores desempeñaban un oficio peligroso, lo que es una de las cuatro categorías de explotación de menores. La categoría incluye esclavitud, explotación sexual y otras actividades ilegales.
“Estos números incluyen niños con machetes para agrietar vainas de cacao, niñas que lavan ropas desde la mañana hasta la noche y menores que buscan oro en charcos de mercurio”, reza el informe.
El informe cifra en 6 millones los niños toman parte en trabajos forzados, por ejemplo, en producción de alfombras, o que se venden en burdeles o son obligados a dejar la escuela y cultivar algodón.
El documento, de 958 páginas, ha sido elaborado conforme al acta de comercio y desarrollo del 2000, que determina los países que pueden acogerse a beneficios en el comercio con EE.UU., quedando los países en que se practican las peores formas de trabajo de menores al margen de estos beneficios. Entre 2000 y 2012 el número de casos de trabajo de menores disminuyó en un 30%. Sin embargo, el 10% de todos los niños del mundo aún trabaja en vez de estudiar en la escuela.
“Este informe arroja luz sobre los 168 millones de niños en el mundo que trabajan en pozos de extracción, fábricas textiles o que sirven como criados”, sostiene el secretario de Trabajo de EE.UU., Thomas E. Perez, en el comunicado de prensa publicado en el sitio del Departamento. “Aunque cada vez más países tratan de resolver el problema, el mundo debe hacer más esfuerzos. Si los niños estudian en vez de trabajar, las familias se desarrollan, las economías crecen y las naciones prosperan”, concluye el secretario.
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