El obispo británico Kieran Conry, de 63 años, ha renunciado esta semana tras las revelaciones de sus relaciones amorosas con dos mujeres, encubiertas por la Iglesia católica durante 12 años.
Según informa el diario ‘The Telegraph‘, este sábado ante cientos de feligreses de su parroquia Conry ha declarado que había sido “infiel a sus promesas” como sacerdote y por ello dejaba el cargo de obispo de Eparquía de Arundel y Brighton (sur de Reino Unido) después de 13 años del servicio.
De acuerdo con los medios británicos, el religioso tuvo dos o tres mujeres en su vida, la última, madre de dos hijos de 43 años casada con un financista. Sin embargo, el exobispo ha reconocido solo el hecho de una relación que tuvo hace seis años y ha negado tener algo en común con la mujer casada.
La Iglesia católica, por su parte, ha afirmado que no estaba al tanto de los asuntos personales de Conry pese a las pruebas que asegura tener el marido de la involucrada en el escándalo. Se informa que actualmente el hombre, quien ya pidió el divorcio, está preparando una acción judicial en contra de la Iglesia por no tomar medidas adecuadas para romper la relación que llevó al fin de su matrimonio.
El marido también asegura tener las cartas de amor escritas a mano por Conry a su esposa, una de ellas, fechada en el mes pasado. Aunque las cartas no revelan una relación sexual, sugieren que el asunto duró más de un año. El hombre también planea presentar las evidencias de que la pareja intercambió decenas de mensajes de texto.
Como la renuncia de Conry amenaza con sumir a la Iglesia en otro escándalo, el clérigo católico de más alto rango de Reino Unido, el cardenal arzobispo Vincent Nichols, se ha negado a comentar las acusaciones de encubrimiento.
El obispo británico Kieran Conry, de 63 años, ha renunciado esta semana tras las revelaciones de sus relaciones amorosas con dos mujeres, encubiertas por la Iglesia católica durante 12 años.
Según informa el diario ‘The Telegraph‘, este sábado ante cientos de feligreses de su parroquia Conry ha declarado que había sido “infiel a sus promesas” como sacerdote y por ello dejaba el cargo de obispo de Eparquía de Arundel y Brighton (sur de Reino Unido) después de 13 años del servicio.
De acuerdo con los medios británicos, el religioso tuvo dos o tres mujeres en su vida, la última, madre de dos hijos de 43 años casada con un financista. Sin embargo, el exobispo ha reconocido solo el hecho de una relación que tuvo hace seis años y ha negado tener algo en común con la mujer casada.
La Iglesia católica, por su parte, ha afirmado que no estaba al tanto de los asuntos personales de Conry pese a las pruebas que asegura tener el marido de la involucrada en el escándalo. Se informa que actualmente el hombre, quien ya pidió el divorcio, está preparando una acción judicial en contra de la Iglesia por no tomar medidas adecuadas para romper la relación que llevó al fin de su matrimonio.
El marido también asegura tener las cartas de amor escritas a mano por Conry a su esposa, una de ellas, fechada en el mes pasado. Aunque las cartas no revelan una relación sexual, sugieren que el asunto duró más de un año. El hombre también planea presentar las evidencias de que la pareja intercambió decenas de mensajes de texto.
Como la renuncia de Conry amenaza con sumir a la Iglesia en otro escándalo, el clérigo católico de más alto rango de Reino Unido, el cardenal arzobispo Vincent Nichols, se ha negado a comentar las acusaciones de encubrimiento.
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