Ocurrió el domingo, varias horas más tarde de lo esperado (En principio se esperaba que golpeara la tierra a ultimas horas del sábado). Una llamarada solar de clase M3 (Según su intensidad, las llamaradas solares o erupciones se clasifican en A, B, C, M y X, siendo la A la mas debil y la X la mas cruenta. Cada letra tiene en picos de flujo diez veces mayor que la anterior, y dentro de cada letra una escala lineal del 1 al 9 según su peligrosidad, siendo la 9 la mayor.), entre las más potentes en la escala y provocada por la mancha solar 1401, impactó contra el campo magnético de la Tierra.
Durante un corto espacio de tiempo, los satélites en órbita geoestacionaria quedaron expuestos al plasma del viento solar y, como un eco del fenómeno, impresionantes auroras llenaron de sábanas fantasmales los cielos de Rusia, Dinamarca, Escocia, Inglaterra y Noruega (Fotos tomadas el 22 de enero de 2012 al norte de Noruega).
Según la web Spaceweather.com, el impacto se produjo sobre las 7.17 del pasado domingo. Los científicos del centro Goddard de la NASA comprobaron que la eyección de masa coronal dirigida casi directamente hacia la Tierra comprimió fuertemente el campo magnético de nuestro planeta.
Hasta ahora no se ha informado de daños en satélites o redes eléctricas, aunque los primeros sí quedaron expuestos brevemente. La llamarada había sido provocada por la mancha 1401, la misma que hace hoy una semana envió, junto a la 1402, otra ráfaga, esta de clase C6, contra el planeta Venus.
Y la actividad no se para aquí. Hace tan solo unas horas (sobre las cinco de la madrugada en España), la gran mancha 1402 entró de nuevo en erupción, provocando una llamarada en extremo potente, de tipo M9, en el umbral de la clase X, la más poderosa. El momento de la explosión ha podido ser capturado por el Observatorio de Dinámica Solar de la NASA.
Durante un corto espacio de tiempo, los satélites en órbita geoestacionaria quedaron expuestos al plasma del viento solar y, como un eco del fenómeno, impresionantes auroras llenaron de sábanas fantasmales los cielos de Rusia, Dinamarca, Escocia, Inglaterra y Noruega (Fotos tomadas el 22 de enero de 2012 al norte de Noruega).
Según la web Spaceweather.com, el impacto se produjo sobre las 7.17 del pasado domingo. Los científicos del centro Goddard de la NASA comprobaron que la eyección de masa coronal dirigida casi directamente hacia la Tierra comprimió fuertemente el campo magnético de nuestro planeta.
Hasta ahora no se ha informado de daños en satélites o redes eléctricas, aunque los primeros sí quedaron expuestos brevemente. La llamarada había sido provocada por la mancha 1401, la misma que hace hoy una semana envió, junto a la 1402, otra ráfaga, esta de clase C6, contra el planeta Venus.
Y la actividad no se para aquí. Hace tan solo unas horas (sobre las cinco de la madrugada en España), la gran mancha 1402 entró de nuevo en erupción, provocando una llamarada en extremo potente, de tipo M9, en el umbral de la clase X, la más poderosa. El momento de la explosión ha podido ser capturado por el Observatorio de Dinámica Solar de la NASA.
Otra llamarada se espera mañana
Los investigadores creen que la nube de plasma viaja a una velocidad de 2.200 km, aunque todavía no está confirmado que se dirija directamente hacia la Tierra. Sin embargo, y de nuevo según Spaceweather, una inspección preliminar de las sondas SOHO (Solar and Heliosphere Observatory) y STEREO sugiere que la eyección embestirá el campo magnético de la Tierra mañana martes o el miércoles.
Los científicos prestarán atención al fenómeno debido a la extrema potencia de la llamarada. Hace poco, la Comisión Europea (CE) presentó un informe en el que calificaba de «creciente» el riesgo de que se produzca un evento tecnológico de dimensiones «catastróficas» por culpa de una tormenta solar que afecte a las infraestructuras terrestres, como las redes eléctricas, de telecomunicaciones, de navegación por satélite, o a sectores como la banca, los medios de comunicación, los transportes aéreos y marítimos o las redes de suministros básicos para la ciudadanía.
Los científicos prestarán atención al fenómeno debido a la extrema potencia de la llamarada. Hace poco, la Comisión Europea (CE) presentó un informe en el que calificaba de «creciente» el riesgo de que se produzca un evento tecnológico de dimensiones «catastróficas» por culpa de una tormenta solar que afecte a las infraestructuras terrestres, como las redes eléctricas, de telecomunicaciones, de navegación por satélite, o a sectores como la banca, los medios de comunicación, los transportes aéreos y marítimos o las redes de suministros básicos para la ciudadanía.
FUENTE: SpaceWeatherFOTOS: SpaceWeather
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