Este tratado, suscrito por más de ciento setenta partes que representan el 87 % de la población mundial, se ha convertido desde entonces en el primer instrumento jurídico diseñado para reducir las defunciones y enfermedades relacionadas con el tabaco en todo el mundo.
Porque en la actualidad, el consumo de tabaco es la principal causa de mortalidad evitable en el mundo. Se estima que 4,9 millones de defunciones anuales están relacionadas con el tabaco. Ahora parece que estas terribles cifras se reducen, en primer lugar, gracias al Convenio, asegura el presidente de la Asociación rusa por la Salud Pública, Andrei Diomin:
−La epidemia del tabaquismo se transmite a través de la industria tabacalera que es la única que obtiene beneficios por alimentarla. La OMS toma medidas para luchar con esta situación. Además, los gobiernos de muchos países consiguieron avanzar en su lucha antitabaco a nivel legislativo. En particular, Rusia aprobó en febrero de este año una ley que prohíbe fumar en los lugares públicos.
En Europa y Norteamérica estas leyes fueron aprobados hace varios años y los efectos ya se hacen sentir, dice el narcólogo ruso Serguéi Poliatíkin:
−En estos países el consumo de tabaco ha disminuido notablemente. La gente fuma menos y es más difícil adquirir cigarrillos. Rusia en este sentido se ha quedado rezagada: el tabaco es muy barato y accesible y su consumo es muy alto.
Sin embargo, la situación cambiará con la entrada en vigor de la nueva ley antitabaco que prevé, a partir del 1 de junio de 2013, restricciones importantes del consumo de tabaco en establecimientos estatales, centros educativos, hospitales, estadios, restaurantes, trenes, estaciones de ferrocarril y el metro.
Los diputados de la Duma de Estado (Cámara baja del Parlamento ruso) están estudiando establecer multas por infracción de la nueva ley antitabaco. Las medidas pretenden reducir el consumo entre los rusos de un 39 % a un 25 % para el año 2020.
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