Un segundo estudio realizado por la Universidad de Harvard, para confirmar o rectificar su primer análisis sobre la masiva muerte de las poblaciones de abejas en el mundo, concluyó en similares resultados que el anterior: las abejas están muriendo a causa de los pesticidas.
El trabajo de los expertos, publicado en la edición de junio del Boletín universitario, refiere que los neonicotinoides están siendo los responsables del llamado “desorden del colapso de colonias”. Los análisis de confirmación se realizaron con colmenas tratadas regularmente con neonicotinoides, mientras otras “testigo” fueron alejadas de posibilidades de contaminarse con esos pesticidas. Mientras éstas últimas se mantuvieron con su vida habitual, la mitad de las que estuvieron expuestas perdieron todos los ejemplares, mientras las otras tuvieron afectaciones de distinto grado.
La mortandad no solamente es por acción directa
Si bien los neonicotinoides son capaces por si mismos de matar a las abejas, los fabricantes afirman que ello no ocurre a nivel de los porcentajes en que los pesticidas son rociados sobre los cultivos.
Los científicos advirtieron no obstante, que aún cuando las abejas resistieran el contacto directo, el polen se contamina y es transferido por estos insectos a las colmenas donde afectan los ciclos reproductivos y de alimentación. Las abejas están además transfiriendo los plaguicidas nicotinoides, a otras plantaciones que no han sido tratadas con esos específicos. Más aún, las abejas que sobrevivieron luego de la exposición a los químicos, mostraban una mucho mayor pérdida en el sentido de la orientación para regresar a las colmenas que las no afectadas, e incluso se perdían definitivamente.
Estudios previos ordenados por apicultores y productores mielíferos de Estados Unidos, han estimado hasta en una tercera parte la pérdida de las colonias, aunque hay casos de pérdidas totales, en áreas que abarcan de Maine a Delaware.
Visto en: Ecología
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