Al parecer el autor H.P. Lovecraft no estuvo tan equivocado en otorgarle rasgos cefalópodos a su deidad extraterrestre emblema, Cthulhu, uno de los antiguos primigenios «que habitaron la Tierra mucho antes de que los hombres aparecieran». Ahora, un equipo internacional de científicos ha secuenciado el genoma de un pulpo, dando un paso importante hacia el descubrimiento de los genes implicados en la inusual biología de la criatura.
Científicos declaran que los pulpos son, básicamente, alienígenas2 Al parecer el autor H.P. Lovecraft no estuvo tan equivocado en otorgarle rasgos cefalópodos a su deidad extraterrestre emblema, Cthulhu, uno de los antiguos primigenios «que habitaron la Tierra mucho antes de que los hombres aparecieran». Ahora, un equipo internacional de científicos ha secuenciado el genoma de un pulpo, dando un paso importante hacia el descubrimiento de los genes implicados en la inusual biología de la criatura. Ph´nglui mglw´nafh Cthulhu R´lyeh wgah´nagl fhtagn.
En resumen, los pulpos son «alienígenas»… o al menos son tan diferentes en su estructura genética que perfectamente podrían pasar por una criatura proveniente de otro planeta. La investigación que llevó a tan asombrosa conclusión corrió a cargo de científicos de la Universidad de California en Berkeley (EE.UU.), el Instituto de Ciencia y Tecnología de Okinawa (OIST) en Japón y la Universidad de Chicago. Los resultados del conocido como Octopus Genome Project arrojan diferencias notables entre los genomas de los pulpos y otros invertebrados, incluyendo reordenamientos generalizados de los genes y una expansión dramática de una familia de genes implicados en el desarrollo neuronal que se pensaba que era exclusiva de los vertebrados.
«El sistema nervioso del pulpo se organiza de una manera totalmente diferente a la nuestra: el sistema nervioso central rodea al esófago, algo típico en invertebrados, pero también tiene grupos de neuronas en los brazos que les permiten trabajar de forma relativamente autónoma, además de grandes lóbulos ópticos involucrados en la visión», señala Daniel Rokhsar, quien co-dirigió el proyecto, junto con Clifton Ragsdale, de la Universidad de Chicago. «La secuenciación fue una oportunidad para mirar el genoma y ver lo que podemos aprender sobre la morfología del pulpo y su cerebro único».
LOS PRIMEROS SERES INTELIGENTES DEL PLANETA — Los cefalópodos, que incluyen no sólo el pulpo sino también calamares, sepias y nautilus, surgieron como depredadores en los antiguos océanos hace más de 400 millones de años. El pulpo tiene 33.000 genes, 10.000 más que un humano. Este solo hecho lo diferencia de cualquier otro invertebrado del mundo.
Se sabe también que son extremadamente inteligentes y capaces de aprender, resolver problemas complejos e, incluso, utilizar herramientas. Además, tienen grandes cerebros, un sistema circulatorio cerrado, ojos con iris y retina.
Todos éstos desarrollados independientemente en una especie muy diferente a la de nuestro propio origen mamífero. Otro punto importante del estudio fue la habilidad que tienen los pulpos para camuflarse en un parpadeo. Gracias al descifrado del genoma, los científicos ahora pueden indagar exactamente cómo el pulpo puede cambiar su piel en milisegundos. De develarse este misterio, podría llevar a grandes avances en el campo de la neurociencia y la ingeniería.
Sin embargo, el descubrimiento más notable hasta ahora fue que esta fascinante criatura marina es capaz de mejorar su propio código genético. Si bien es algo común en los humanos y otros animales, el pulpo puede editar su ARN de manera extremadamente veloz, permitiendo que sus nervios se adapten y soporten el frío extremo de las profundidades océanicas.
El proyecto genético recién está en sus principios, por lo que se espera que pronto los investigadores puedan escudriñar todos los secretos que guardan los hijos pródigos del gran Cthulhu.
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