Dios creó a Eva no de una costilla, sino de otro tipo de hueso que no presentan los descendientes de Adán. Se trata del báculo (o hueso peneano), opina el lingüista estadounidense Ziony Zevit.
La hipótesis pertenece al experto estadounidense en análisis de textos bíblicos, el profesor de la American Jewish University, Ziony Zevit. El profesor junto con sus colegas, entre ellos el fundador de la Sociedad Arqueológica Bíblica de Estados Unidos, Hershel Shanks, tiene la intención de anunciar su hipótesis en una conferencia de prensa en el Club Nacional de Prensa de EE.UU. que se celebrará este martes.
Zevit, especialista en antiguas lenguas semíticas, cree que la palabra 'costilla' en las traducciones canónicas del libro del Génesis no refleja exactamente la fuente original en el hebreo. Según él, sería más correcto atribuir la palabra que se encontraba en la fuente original al hueso que la ciencia moderna conoce como báculo, que se encuentra en el pene de muchos mamíferos, incluyendo en el de monos, pero no en los humanos. Este hueso les permite a estos animales la penetración sin tener una erección.
El informe detallado sobre la investigación de Zevit aparecerá publicado en el próximo número de la revista 'Biblical Archaeology Review', informa TASS.
La hipótesis pertenece al experto estadounidense en análisis de textos bíblicos, el profesor de la American Jewish University, Ziony Zevit. El profesor junto con sus colegas, entre ellos el fundador de la Sociedad Arqueológica Bíblica de Estados Unidos, Hershel Shanks, tiene la intención de anunciar su hipótesis en una conferencia de prensa en el Club Nacional de Prensa de EE.UU. que se celebrará este martes.
Zevit, especialista en antiguas lenguas semíticas, cree que la palabra 'costilla' en las traducciones canónicas del libro del Génesis no refleja exactamente la fuente original en el hebreo. Según él, sería más correcto atribuir la palabra que se encontraba en la fuente original al hueso que la ciencia moderna conoce como báculo, que se encuentra en el pene de muchos mamíferos, incluyendo en el de monos, pero no en los humanos. Este hueso les permite a estos animales la penetración sin tener una erección.
El informe detallado sobre la investigación de Zevit aparecerá publicado en el próximo número de la revista 'Biblical Archaeology Review', informa TASS.
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