"Encontrar los límites de la cordura y la locura es uno de los desafíos de la Neurociencia", Dra. Sassone
En un primer momento todo el mundo puede asustarse ante esta enfermedad, por un desconocimiento general de lo que conlleva vivir con este tipo de trastorno. El mismo pacente tiende a esconder estos estados por considerarlos vergonzosos o por creer que son mal vistos por un amplio espectro de la sociedad, que incluso puede llevar a la estigmatitación. Hay aspectos positivos de esta forma de ser , ya que los negativos son obvios.
La bipolaridad trae consigo una especial sensibilidad, se tiene un espectro afectivo mucho más amplio que la mayoría de la población. Este potencial hace que se pueda sintonizar mejor con un mundo menos material, donde la persona se ve más expuesta a todo aquello que no se puede experimentar directamente, como las intuiciones y la atracción hacia el desarrollo de la creatividad.
En el lenguaje de C.J. Jung diríamos que hay una marcada receptividad a los arquetipos, entendiendo como tales a “los elementos estructurales y primordiales de la psique humana” y, podríamos decir que existe una hiperactividad de la “función ideática”; Stanislav Grof hablaría de la “consciencia holotrópica”.
Existen unas bases biológicas de la personalidad ideática, que en palabras del Dr. Javier Álvarez se llama “hiperia”. La hiperia sería una actividad que parece derivada de la capacidad fisiológica que poseen las neuronas de determinadas áreas cerebrales para funcionar al unisono. Esta función es cuando sintonizamos las ondas hertzianas con una radio.
Los aspectos positivos de la bipolaridad.
Después de recorrer un largo camino con una mochila a sus espaldas hoy llamada “bipolaridad”, ha llegado la hora de sacar a la luz conclusiones al respecto. Pero no debemos olvidar que existe la ley de los opuestos y que cada moneda tiene su reverso; con ello quiero prevenir a los que sintonicen con ideas negativas, pues ello les puede llevar directo a la autodestrucción.
Sin embargo, entiendo que son nuestros valores los que deciden a qué lado nos inclinamos.
ENCONTRAR LOS LIMITES DE LA CORDURA Y LA LOCURA, ES UNO DE LOS GRANDES DESAFIOS ACTUALES DE LA NEUROCIENCIA.
En un primer momento todo el mundo puede asustarse ante esta enfermedad, por un desconocimiento general de lo que conlleva vivir con este tipo de trastorno. El mismo pacente tiende a esconder estos estados por considerarlos vergonzosos o por creer que son mal vistos por un amplio espectro de la sociedad, que incluso puede llevar a la estigmatitación. Hay aspectos positivos de esta forma de ser , ya que los negativos son obvios.
La bipolaridad trae consigo una especial sensibilidad, se tiene un espectro afectivo mucho más amplio que la mayoría de la población. Este potencial hace que se pueda sintonizar mejor con un mundo menos material, donde la persona se ve más expuesta a todo aquello que no se puede experimentar directamente, como las intuiciones y la atracción hacia el desarrollo de la creatividad.
En el lenguaje de C.J. Jung diríamos que hay una marcada receptividad a los arquetipos, entendiendo como tales a “los elementos estructurales y primordiales de la psique humana” y, podríamos decir que existe una hiperactividad de la “función ideática”; Stanislav Grof hablaría de la “consciencia holotrópica”.
Existen unas bases biológicas de la personalidad ideática, que en palabras del Dr. Javier Álvarez se llama “hiperia”. La hiperia sería una actividad que parece derivada de la capacidad fisiológica que poseen las neuronas de determinadas áreas cerebrales para funcionar al unisono. Esta función es cuando sintonizamos las ondas hertzianas con una radio.
Los aspectos positivos de la bipolaridad.
Considero que pueden haber aspectos positivos, siempre que este potencial nos lleve a un crecimiento como persona, debido a que quedan amplificadas todas las ideas, es evidente que existe una ventaja con respecto al resto de los mortales, ya que se puede llegar a unos niveles de autorrealización muy elevados y es aquí donde encontramos el aspecto positivo.
Después de recorrer un largo camino con una mochila a sus espaldas hoy llamada “bipolaridad”, ha llegado la hora de sacar a la luz conclusiones al respecto. Pero no debemos olvidar que existe la ley de los opuestos y que cada moneda tiene su reverso; con ello quiero prevenir a los que sintonicen con ideas negativas, pues ello les puede llevar directo a la autodestrucción.
Sin embargo, entiendo que son nuestros valores los que deciden a qué lado nos inclinamos.
ENCONTRAR LOS LIMITES DE LA CORDURA Y LA LOCURA, ES UNO DE LOS GRANDES DESAFIOS ACTUALES DE LA NEUROCIENCIA.
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