miércoles, 30 de mayo de 2012

¡Satanás el Draconiano!

Según los mejores investigadores, los reptilianos son seres perversos, unos rebeldes dentro del buen orden de la Creación (al igual que Luzbel y sus seguidores en la teología cristiana) que gozan con el mal y con el sufrimiento. Lo que pretenden con la humanidad es, por una parte, su perversión en todos los sentidos y, por otra, hacerla sufrir y convertirla en su esclava sin que ella se dé cuenta.


La moderna ovnilogia, después de muchos años y habiendo tenido que salvar mucha desinformación proveniente de las grandes autoridades humanas y suprahumanas, ha logrado acercase bastante a la agenda de estas inteligencias reptilianas que muy calladamente gobiernan el mundo y que fundamentalmente coincide con lo que tanto Juan Pablo II como la Iglesia han dicho siempre que es la agenda de Satanás: dividir y pervertir a la humanidad.

El autor alemán Franz Erdl describe así las actividades de estos invasores siderales:
Los reptilianos y los draconianos, con la ayuda de sus y acólitos los grises, manipulan desde hace miles de años nuestro inconsciente colectivo y el de cada individuo sin que nadie se libre de ello. El control mental no solo se extiende a los «sujetos de laboratorio» que fueron abducidos o preparados de otras maneras, sino que se extiende a todos nosotros. 


Los reptilianos han diseñado minuciosamente todas nuestras religiones y Filosofias, cuidándose mucho de los detalles, y las han implantado entre nosotros. TODAS las religiones llevan el sello de ellos y todas son peligrosas. Siento decirlo, pero también el budismo y la de aquellos que meditan solitarios en las montañas del Tibet, Las religiones, cuantas más verdades dicen, más peligrosas son, porque es difcil rebatirlas. Los reptilianos han inventado todas nuestras filosofías y una de las ultimas es la de la Nueva Era. La idea que han difundido de nuestro próximo ascenso a una quinta dimension es una gran estrategia y los que estén pendientes de este ascenso ponen poco entusiasmo en defender las realidades tridimensionales de nuestro planeta. 


Pero lo que ahora tiene importancia es la defensa global de nuestra Tierra, porque ellos quieren dominarla y que sigamos siendo, sus proveedores de energia. Las religiones son medios muy importantes para el control de las mentes, aunque también es cierto que son importantes en la conciencia de las razas y los pueblos de las diferentes naciones.


Otro autor, James Bartley; un japonés-norteamericano, describe asi las actividades de los reptilianos:
Estos hibridos reptiles-humanos son Ia fuerza principal que anima con el fondo de toda la extendida maldad y crueldad que vemos en Ia Tierra. En uso de muchos humanos como esclavos sexuales, el vicio y el negocio de la pederastia, el tráfico internacional de drogas con todas sus miserias, la tortura, el genocidio, los experimentos con humanos, el envenenamiento e intoxicación de los ambientes, etc., todo proviene de la mente de estos seres. 


Esta crueldad, especialmente es practicada contra los niños, se ha dado en todos los tiempos y la encontramos en las bárbaras costumbres y culturas de muchos pueblos, aunque luego los historiadores patrioteros traten de silenciarla. Entre los aztecas, por ejemplo, del 2 al 21 de febrero durante la fiesta denominada Atlacacauallo, el pueblo subía a determinadas montañas en las que se sacrificaban a niños a los que se les extraía el corazón, que era devorado en un macabro ritual. En el mes de marzo, en la fiesta del Tihcoxipolluqlizeli, se sacrificaban cautivos, aunque se tratase de mujeres o niños, y ello conllevaba siempre la extracción del corazón y en ciertos casos el despellejamiento.


El sacrificio esporádico de niños duraba en la primavera hasta la llegada de las lluvias cuando en la fiesta de Toxcatl se sacrificaba a un joven cautivo al que se había estado alimentando y tratando de manera muy especial durante todo un año. Aparte de esto, tras los juegos de pelota, que eran combates rituales a muerte en los que competían esclavos, se sacrificaban cuatro de los contrincantes perdedores, sin que nunca faltase la extracción del corazón.  En cuanto al sacrificio de niños y seres humanos, los incas no les iban muy en zaga a los aztecas. 


En el Antiguo Testamento tenemos un extrañísimo suceso que está en línea con lo que estamos diciendo y que al mismo tiempo nos hace sospechar de la bondad de Yahvé. Nos referimos a la exigencia que le hizo a Abraham de que sacrificase para el, tal como hacía con los animales, a su hijo Isaac. Por un momento a Yahvé le afloraron inconscientemente sus instintos de reptil, y su gusto por martirizar al ser humano y por la sangre de los niños, le traicionó. Su marcha atrás en tan draconiana orden no es capaz de borrar la pésima idea que nos deja de sus bondades como un Dios benigno y providente. 


Pero la práctica de sacrificar los niños a los dioses,  parece que no era muy extraña entre los descendientes de Abraham, porque de nuevo nos encontramos con ella en el Levítico, capítulo 18, cuando vemos Yahvé celoso maldiciendo a los israelitas que sacrificaban sus hijos a su rival Moloc. Toda esta horrible crueldad antihumana que encontramos en todas las civilizaciones se hace completamente inexplicable sin la intromisión de estos malignos seres en las mentes de los humanos, que de una forma u otra ha estado siempre presente. La encontramos también, aunque de otra forma, en los episodios de íncubos y súcubos de las crónicas de la Edad Media, a las que tan poca credibilidad se les otorgaba hasta hace pocos años.


Pero esta misma actuación la vemos en que la actualidad repetida y testificada por miles de contactados, tanto hombres como mujeres, que afirman haber sido violados. En aquellos tiempos a sus autores se les llamaba «demonios»; hoy se les llama «extraterrestres», pero son los mimos seres. Unos seres reales, ni mitológicos, ni virtuales, ni imaginarios, ni pertenecientes a la teoría de la «falsa memoria», ni debidos a personalidad múltiple, ni fruto de recuerdos o de sueños lúcidos o del trauma del nacimiento.


Hemos aprendido en todos estos años, son muchos y muy diferentes en sus orígenes, en sus capacidades y en sus intenciones. Esta es una deducción que tenemos que hacer, a juzgar por sus muy diferentes formas físicas o parafísicas y sus maneras de actuar, que no acabamos de explicarnos, por que muchas veces nos parecen completamente absurdas y, contradictorias. Esta contradicción en su manera de actuar es parte de su estrategia para que la humanidad siga en su eterna confusión y duda acerca de la existencia real de ellos, de su activa presencia entre nosotros, y específicamente para que científicos e intelectuales desprecien todo el fenómeno y no caigan en la cuenta de lo que hay detrás de él.


Son varias las conclusiones de índole general a las que tras más de sesenta años de observaciones hemos podido llegar. He aquí unas cuantas:
1. Parece que algunos están en desacuerdo con la manera de actuar de otros y de alguna manera les obstaculizan su trabajo, impidiéndoles hacer todo lo que ellos quisieran. Hay testimonios de auténticas batallas entre ellos.
2. Por el contrario, hay alianzas entre bastantes de ellos, pues aun teniendo formas físicas completamente diferentes, en muchas ocasiones se los ha visto actuar juntos.
3. Algunas «razas» son menos avanzadas y parecen estar supeditadas y al servicio de otras. Hay claras jerarquías entre ellas (lo mismo que la teología cristiana dice que las hay dentro de los ángeles y los demonios.)
4. Las «razas» más avanzadas tienen el poder de fabricar entidades a las que pueden dotar de una inteligencia rudimentaria. Pueden también clonar o fabricar copias perfectas de seres humanos.
5. Las «razas» más avanzadas tienen la Capacidad de cambiar temporalmente de forma a voluntad, de modo que pueden presentarse como individuos, actuar como humanos y convivir con nosotros, o también pueden influir en nuestra mente y hacer que los veamos como seres humanos normales. La mayoría de entes los que comúnmente se llaman grises, aunque también pueden influir en nuestra mente y hacerse invisibles, no pueden cambiar de forma.
6. Bastantes de ellos parecen tener un gran interés en todo lo que se refiere a la multiplicación de la especie y por ello observan muy de cerca cómo es la nuestra e interfieren en ella de muchas maneras. Aunque parezca extraño, la actividad sexual entre los humanos y con humanos les interesa por diversas razones a muchos de estos seres. (Igual que vemos en el Génesis y en las historias de los dioses mesopotamicos).
7. No todos los visitantes tienen formas humanoides. En muchas ocasiones se han visto formas animales capaces de interactuar inteligentemente con los humanos. Ciertos seres reptilianos de gran estatura son unos de ellos y, al parecer, los de mayor categoría y peores intenciones hacia los humanos.
8. Una cosa en la que parece que están todos de acuerdo, por muy diversos que sean sus orígenes, sus capacidades y sus intenciones, es en no manifestarse claramente. La finalidad es que los humanos no caigamos en la cuenta de que no somos los únicos seres inteligentes que pueblan este planeta. Se dejan ver aisladamente pero dejando siempre tras de si algún dato o circunstancia que induzca al testigo o a los investigadores a dudar de la realidad de lo visto.


‘Todavía podríamos añadir muchas otras convicciones a las que hemos llegado tras tantos años de avistamientos, contactos y abducciones. Pero por lo dicho, podemos hacernos una idea de que los «no humanos» distan mucho de ser una «raza» uniforme y de que más bien, en cuanto a su variedad, se parecen al mundo vegetal y animal, en donde reina una diversidad infinita. Y antes de proseguir abundando en el tema, volveré a insistir en que en este escrito yo me fijo principalmente en las dos o tres «razas» que son
las más perniciosas para nosotros, las denominadas «reptilianas», de gran estatura, admitiendo que hay otros sera también reptilíanos, de menor estatura, que son muchos y  menos hostiles e incluso que, por lo que parece, nos quieren ayudar.

Las diferencias entre todos estos visitantes, son grandes en cuanto a lo material y visible (por ejemplo en las formas de sus vehículos), son aún mayores en lo mental y en lo espiritual. Como dijimos, algunas «razas» tienen mucho más poder que otras. Las menos evolucionadas, y por lo tanto menos poderosas, se ocupan preferentemente de cosas materiales y físicas (obtención de productos, energía, reproducción, etc.), e interfieren con los humanos para obtener las cosas más o menos materiales que les podemos brindar.

Las «razas» o los «pseudodioses» más evolucionados y de un desarrollo mental muy superior al nuestro y al de estas «razas» inferiores buscan en nosotros algo mucho más sutil y por otra parte mucho más difícil de obtener, como es la energía mental que producimos con nuestro cerebro mediante el miedo, la excitación, el entusiasmo, la adoración o el dolor. Estas «razas» más «avanzadas» son las que nos interesan, porque son las que tienen una relación más profunda con nosotros, aunque sean mucho menos visible que la que tienen otros «extraterrestres» más conocidos, como son los grises. De estos conocemos muchas variedades y parece que son los que componen la mayoría de nuestros misteriosos visitantes.

Probablemente son más abundantes que los seres mas avanzados; sin embargo, su influencia con los humanos es menos importante. Digo seres «más avanzados» y me abstengo de llamarles «más evolucionados» porque la realidad es que su unica evolución ha sido más bien una involución. Han evolucionado hacia la maldad y hacia la perversión. Estos son los auténticos demonios a los que la Iglesia se ha referido siempre. Son los «espíritus malignos»…

Fuente: Salvador freixedo,

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