El escándalo del depredador sexual Jimmy Savile, la estrella de la BBC que tras morir en 2011 a los 85 años pasó pocos meses después de héroe nacional a villano de talla mundial, ha provocado una oleada de denuncias por acoso sexual contra una docena de personajes famosos o de su entorno. Gente extraordinariamente popular o respetada (o temida) ha caído de su pedestal.
Uno de ellos, el locutor Stuart Hall, de 83 años, se ha declarado esta semana culpable de 13 delitos de abusos sexuales a menores, incluidos tocamientos a una niña de nueve años, entre los años 1967 y 1986, aunque ha negado que violara a una mujer adulta.
Todos los personajes ahora señalados con el dedo han sostenido de entrada que las acusaciones son falsas. El propio Hall, que ahora las ha admitido, en principio, declaró a la prensa que se trataba de acusaciones “perniciosas, despiadadas, crueles y, por encima de todo, espurias; no soy culpable”.
El caso de Hall es particularmente significativo de lo que está ocurriendo porque ha sido el primero en declararse culpable de la gran mayoría de los abusos sexuales que se le atribuyen. Aunque sin alcanzar los niveles de fama popular de Savile, es también un profesional de sólido prestigio y muy apreciado por la audiencia. Lo era de joven, como presentador de concursos de televisión y comentarista deportivo, y lo seguía siendo ahora con sus agudas intervenciones hablando de casi cualquier deporte en las tertulias radiofónicas de la BBC.
La admisión de las acusaciones después de haberlas negado de forma tan tajante ha avivado uno de los debates más delicados de este escándalo: ¿Se ha de nombrar a los acusados por los testimonios que ahora surgen o se les ha de garantizar el anonimato hasta que la policía presenta cargos formales contra ellos? Hay quien sostiene que el mero hecho de que se sepa que han sido acusados de un delito sexual arruina su reputación para siempre, porque aunque al final no lleguen a ser procesados, es muy difícil que puedan disipar la sombra de la duda.
Tras el ‘caso Savile’ se han revelado más supuestos delitos de estrellas de la BBC
Otra corriente de opinión defiende que si hay tantas mujeres —y hombres— que se atreven ahora a acudir a la policía y denunciar los abusos que sufrieron hace 20, 30 o 40 años es gracias a la publicidad generada por el caso Savile y porque ven que también otros famosos tienen ahora que rendir cuentas. Y que ese efecto sería mucho menor si se hubiera mantenido en secreto que, entre los acusados ahora por lo que pudieron haber hecho hace decenios, hay gente tan conocida en este país como los artistas Rolf Harris (83 años), Freddie Starr (70), Gary Glitter (69), Jim Davidson (52) y Dave Lee Travis o el poderoso relaciones públicas Max Clifford (70).
Algunos de ellos, incluido Hall, fueron llamados a declarar por segunda vez porque al trascender las primeras acusaciones contra ellos hubo nuevas personas que se decidieron a acudir a la policía.
En el caso de Rolf Harris, un hombre especialmente querido y respetado, la policía le arrestó para interrogarle en noviembre pasado, pero entonces mantuvo en secreto su identidad, limitándose a revelar la detención de un hombre de 83 años residente Berkshire en el marco de las investigaciones paralelas al caso Savile. Su nombre circulaba en Internet y su identidad era conocida por la prensa desde hace tiempo. Pero no llegó al gran público hasta que el diario The Sun se decidió a identificarle el 19 de abril.
Otra de las víctimas de esta oleada de turbios manejos sexuales de los famosos es la BBC. No solo porque Jimmy Savile hizo su carrera en la corporación y al menos parte de sus abusos ocurrieron en instalaciones de la televisión pública. Existe la sospecha de que la BBC ha mirado a otro lado cuando ha habido sospechas de comportamientos inadecuados y, de hecho, el único acusado formalmente, con la excepción desde esta semana de Stuart Hall, era un chófer de la BBC que había trabajado para Savile, Josh Halliday.
El paso del tiempo permite escrutar algunas de las actitudes de la BBC en torno a los ahora acusados. La corporación restó importancia al hecho de que Stuart Hall afirmara hace ocho años en una tertulia en BBC Radio 5 Live: “Cualquiera te puede dar clases a los 10 años sobre sexo anal o sexo oral”. Un portavoz quitó hierro días después a esas palabras. “No hemos recibido quejas de la audiencia sobre ese específico comentario de Stuart Hall. En ese programa los invitados dicen a menudo cosas vivaces y provocativas, pero creemos que nuestros oyentes aceptan que esos comentarios son cotilleos satíricos”, declaró entonces la BBC.
Fuente: El país
No hay comentarios.:
Publicar un comentario