Un grupo de científicos estadounidenses lograron hacer realidad el argumento de las más osadas obras literarias. A petición del Pentágono, se creó un sistema denominado “camuflaje temporal”, que puede esconder cualquier objeto.
Máquina del tiempo real. |
El dispositivo experimental, que se inspira en la famosa ‘capa de invisibilidad’ de Harry Potter, es capaz de volver un acontecimiento indetectable durante una ínfima fracción de segundo.
Según indica la revista británica ‘Nature’, en lugar de tratar de esconder un objeto en el espacio, lo oculta en el tiempo. “Nuestros resultados representan un paso significativo hacia la obtención de una capa espaciotemporal completa”, afirma el estudio, dirigido por Moti Fridman, de la Universidad Cornell de Nueva York.
Según indica la revista británica ‘Nature’, en lugar de tratar de esconder un objeto en el espacio, lo oculta en el tiempo. “Nuestros resultados representan un paso significativo hacia la obtención de una capa espaciotemporal completa”, afirma el estudio, dirigido por Moti Fridman, de la Universidad Cornell de Nueva York.
¿Cómo funciona?
Lo que hicieron los físicos fue interrumpir por un instante el flujo continuo de luz que llega a los ojos y que hace posible que el ser humano no perciba un suceso.
Esta capa de invisibilidad ‘temporal’ se crea cuando la luz se desplaza dentro de una fibra óptica mucho más delgada que un cabello humano.
“Los científicos disparan el haz y entonces con otros haces crean una lente de tiempo que divide la luz en dos haces con distintas velocidades, que generan el efecto de invisibilidad al ser demasiado rápidas o lentas”, explica Fridman.
Lo que hicieron los físicos fue interrumpir por un instante el flujo continuo de luz que llega a los ojos y que hace posible que el ser humano no perciba un suceso.
Esta capa de invisibilidad ‘temporal’ se crea cuando la luz se desplaza dentro de una fibra óptica mucho más delgada que un cabello humano.
“Los científicos disparan el haz y entonces con otros haces crean una lente de tiempo que divide la luz en dos haces con distintas velocidades, que generan el efecto de invisibilidad al ser demasiado rápidas o lentas”, explica Fridman.
Un agujero en el tiempo:
Se podría decir que los científicos lograron eliminar o borrar una fracción de segundo de la historia. “Es como crear un agujero en el tiempo donde se produce un suceso”, sostiene Alexander Gaeta, otro autor del estudio, subrayando que “uno simplemente no sabe que algo sucedió”.
Según los científicos, el descubrimiento podría tener aplicaciones inmediatas, por ejemplo, en cuanto a la seguridad de las comunicaciones o llegar a tener usos militares.
La investigación está financiada en parte por la Darpa, la agencia del Pentágono, que se ocupa a desarrollar tecnologías futuristas.
La próxima etapa para los investigadores es perfeccionar la técnica y ampliar este intervalo temporal que oculta el acontecimiento. Ahora también están intentado viajar a través del tiempo con el LHC (Gran Colisionador de Hadrones)
Se podría decir que los científicos lograron eliminar o borrar una fracción de segundo de la historia. “Es como crear un agujero en el tiempo donde se produce un suceso”, sostiene Alexander Gaeta, otro autor del estudio, subrayando que “uno simplemente no sabe que algo sucedió”.
Según los científicos, el descubrimiento podría tener aplicaciones inmediatas, por ejemplo, en cuanto a la seguridad de las comunicaciones o llegar a tener usos militares.
La investigación está financiada en parte por la Darpa, la agencia del Pentágono, que se ocupa a desarrollar tecnologías futuristas.
La próxima etapa para los investigadores es perfeccionar la técnica y ampliar este intervalo temporal que oculta el acontecimiento. Ahora también están intentado viajar a través del tiempo con el LHC (Gran Colisionador de Hadrones)
¿Recuerda la famosa película Volver al Futuro, en la cual Michael J. Fox podía viajar en el tiempo con un DeLorean? Bueno, a continuación conozca la nueva máquina del tiempo, pero esta vez no se trata de un film de ciencia ficción.
Si las teorías científicas de Tom Weiler y Chui Man Ho de la universidad Vanderbilt son ciertas, el LHC (Large Hadron Collider o Gran Colisionador de Hadrones) – el más grande acelerador de partículas en el mundo, localizado en Ginebra, Suiza – se podría convertir en la primera máquina del tiempo de la historia. No, no se trata de una es broma.
Según Weiler, líder del proyecto, “a través del LHC estamos buscando hallar una partícula, llamada Bosón de Higgs, que nos explicaría por qué los neutrones, electrones y protones tienen masa, entre muchas otras explicaciones. Si la encontramos, daremos un gran paso en nuestras investigaciones”.
Ahora bien, según explica Ho, encontrarla permitirá crear otra partícula, denominada Higgs singlet, que tendría la capacidad de transportarse a otra dimensión y moverse en el tiempo.
Las teorías de Weiler y Ho se basan en la Teoría M, una “teoría de lo absoluto”. Esta teoría explica que todo puede adaptarse a las propiedades de partículas subatómicas y a las fuerzas que las dominan, entre ellas el peso. Esto ha llevado a sugerir que nuestro universo puede ser como una membrana de cuatro dimensiones o vacío flotando en un espacio multidimensional llamado “bulk”.
Aunque las explicaciones que sustentan el proyecto son bastante complejas, llenas de teorías, ecuaciones y modelos, los científicos hacen notar que no se trata de una idea sin sentido, sino de un objetivo trazado que podría convertirse en realidad en un futuro cercano.
¿Y cómo enviarían estas partículas y por dónde? La respuesta es tan sencilla como compleja. Dentro del LHC hacen girar estas partículas a la velocidad de la luz, en busca de que éstas generen agujeros y por ahí se vayan a otra dimensión. Este complejo experimento busca comprobar que si las partículas logran viajar en el tiempo, se abrirá la puerta para que no sólo ellas puedan hacerlo.
“El Gran Colisionador de Hadrones ha descubierto partículas que aparecen de la nada. Son partículas que viajan en el tiempo por espacio de algo menos que segundos, lo llamamos microsegundos o picosegundos”, asegura Weiler.
El LHC es un cilindro de 27 kilómetros de extensión, vacío por dentro y sometido a temperaturas bajas extremas. Es objeto de pruebas desde el año 2008 y blanco de polémica entre los más renombrados físicos del mundo. De hecho, uno de los más reconocidos, Stephen Hawking, no cree que la famosa partícula del Bosón de Higgs algún día se deje ver.
Al respecto, el doctor Weiler sostiene que tal hallazgo sí será posible, recordando que, para la ciencia, no hay nada imposible.
Fuente: Cienciasenergeticas
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