Estas son algunas de las investigaciones más curiosas sobre el mundo animal publicadas en la revista Current Biology, que cumple 21 años. La revista científica Current Biology ha cumplido 21 años. Con motivo de su aniversario, ha reunido las investigaciones más interesantes publicadas en ese tiempo, algunas de ellas escogidas por los propios lectores.
Estas son algunas de las historias del mundo animal más curiosas y sorprendentes:
1- La risa no es exclusiva del hombre:
La risa es anterior al hombre moderno. Nuestros antepasados primates ya se reían a carcajadas motivadas por los juegos y las bromas hace 16 millones de años. Para llegar a esta conclusión, investigadores de la Universidad de Portsmouth (Reino Unido) recopilaron 800 grabaciones de bebés humanos y ejemplares de simios (chimpancés, bonobos, orangutanes y gorilas) mientras les hacían cosquillas. Tras comparar las risas, llegaron a la conclusión de que no es un rasgo únicamente humano. La investigación, aquí.
2- Los loros saben bailar:
Los loros pueden bailar gracias a su capacidad para imitar los sonidos, según un estudio de la Universidad de Harvard en Cambridge (Estados Unidos). Solo las especies animales que pueden imitar sonidos parecen capaces de seguir el ritmo, lo que implicaría un vínculo evolutivo entre ambas capacidades. Los investigadores estudiaron a «Alex», un loro gris africano, y a «Snowball», una cacatúa galerita, cuyos bailes similares a los humanos la hicieron famosa en YouTube.
3- La primera araña vegetariana:
La Bagheera kiplingi, que vive en Sudamérica, es en la primera araña de las 40.000 especies que existen en el mundo en rechazar la dieta carnívora. En vez de devorar insectos, vive casi exclusivamente de brotes de hojas. Del tamaño de una uña, rojiza y peluda, no tiene la necesidad de tejer una tela para atrapar a sus presas. Es más, las hembras incluso han prescindido de la costumbre de comer a sus parejas sexuales inmediatamente después del apareamiento. Como no comen carne…
4- El pulpo que utiliza herramientas:
Una especie de pulpo (Amphioctopus marginatus) se desplaza con medio coco entre sus tentáculos para convertirlo en un escudo si se siente amenazado. Nunca antes se había descubierto un invertebrado capaz de utilizar herramientas complejas. Las imágenes, filmadas por unos investigadores australianos entre 1999 y 2008, suponen una pequeña revolución en el ámbito de la biología.
5- Un cuervo más listo que el de la fábula:
En la famosa fábula, un cuervo arroja piedras dentro de un cántaro para elevar el nivel del agua y poder así saciar su sed. Es absolutamente real. Un equipo de científicos de la Universidad de Cambridge y de la Queen Mary de Londres dejó ante unos cuervos un tubo con agua, en el cual flotaba un suculento gusano, y unas piedras. Como no llegaban con el pico, los cuervos metieron piedras en el tubo hasta que el nivel del agua subió lo suficiente como para atrapar al gusano.
6- Los elefantes temen a las abejas:
Investigadores de la Universidad de Oxford descubrieron que los elefantes, a pesar de su tamaño y fortaleza, escapan despavoridos al escuchar la grabación del zumbido que emiten unos animalillos mucho más pequeños: las abejas. El motivo es que estos insectos son capaces de causar dolorosas picaduras en las trompas de los elefantes. Los científicos creen que este sonido podría ser utilizado de forma disuasoria para evitar que estos mamíferos se adentren en los campos de maíz de los agricultores africanos. La investigación, aquí.
7- Los monos capuchinos utilizan herramientas de piedra:
Los monos capuchinos (Cebus libidinosus) que habitan en estado salvaje en las selvas de Brasil utilizan herramientas de piedra como cascanueces. Los simios prueban varias veces las piedras que quieren utilizar para desechar las que no son útiles o pueden romperse y quedarse con las mejores y más duras, que emplean como un yunque y un martillo. Evolutivamente alejados del ser humano moderno, impresiona verlos trabajar.
8- La memoria superior del chimpancé:
Los chimpancés jóvenes tienen una habilidad para recordar números superior a la de los humanos adultos, según una investigación de la Universidad de Kioto. En las pruebas, a los monos se les mostraba varios números del 1 al 9 sobre un monitor de pantalla táctil. Estos números eran reemplazados por cuadrados en blanco y el sujeto de la prueba tenía que recordar qué número aparecía en cada localización y tocar los cuadrados en el orden apropiado. Los chimpancés jóvenes podían retener muchos números de un vistazo.
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