Al tiempo en que la publicidad busca nuestra atención consciente para informarnos, también busca influenciarnos subliminalmente. Estos son cinco trucos de los publicistas para influenciar a los consumidores.
Pocos publicistas o mercadólogos estudian directamente psicología, pero aplican consiente o intuitivamente conocimientos psicológicos para moldear la reacción de los consumidores a los que se dirigen. Los publicistas más inteligentes utilizan estos métodos de manera sutil intentando no manipular sino orientar los comportamientos del consumidor, haciéndolo más un copartícipe que una víctima a la que hay que engañar. Otros, sin embargo, utilizan estos métodos para atacar a la audiencia explotando sus puntos débiles.
Estos son cinco trucos con los que los publicistas buscan apantallarte y hacerte caer en la trampa:
1. Utilizar ideas emocionales
Estudios muestran que apelar a la emoción funciona más que referirse a la funcionalidad de un objeto. Mostrar cómo una computadora cambiará tu estilo de vida impacta más que explicar cómo funciona. A los publicistas no les importa exagerar las cualidades de un producto, siempre y cuando sirvan para despertar la emoción de los consumidores.
2. Resaltar las imperfecciones
Cuando la publicidad de un producto exagera demasiado, es normal que el consumidor empiece a tener sus dudas. Extrañamente, una forma de aumentar la credibilidad es señalar los defectos del producto. Pocos publicistas utilizan este truco, pero puede ser muy efectivo.
3. Reposicionar a la competencia
A veces, para que un producto vuelva a llamar la atención de los consumidores, hay que reposicionarlo en sus mentes o, mejor aún, reposicionar los productos de la competencia. Por ejemplo, si se resalta una cualidad del producto que no tienen los productos de la competencia, quedará impresa en la mente del consumidor la idea de que algo falta cada que usa un producto que no es de la marca anunciada.
4. Promover la exclusividad
Cerca de la punta de la pirámide de nuestras necesidades está la autoestima. La gente quiere sentirse importante y por eso la publicidad quiere decirte: “No somos cualquiera”, “Con nosotros formas parte de un pequeño pero exclusivo grupo”. Sin embargo, para que una estrategia basada en la exclusividad funcione, la marca debe ofrecerla realmente; si no, el cliente notará el engaño y saldrá el tiro por la culata.
5. Utilizar el miedo, la incertidumbre y la duda
Posicionar una marca o producto como una alternativa para detener el miedo, la incertidumbre y la duda puede ser muy efectivo. Esta estrategia se utiliza directamente sobre todo en campañas políticas, pero también puede utilizarse de manera más sutil para vender medicamentos, seguros, etcétera.
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