Un nuevo sistema de circuito cerrado de televisión (CCTV) es capaz de ‘borrar’ a la gente y convertir una bulliciosa ciudad en un ‘pueblo fantasma’ a fin de proteger la privacidad de los ciudadanos. Además, el método tiene aplicaciones comerciales.
Esta tecnología es capaz de hacer desaparecer imágenes de personas o de vehículos en videos tomados en directo, pero permite monitorear sus movimientos, recopilando de esa forma datos sobre las preferencias de los clientes a la hora de comprar en una tienda, informa la revista ‘New Scientist‘.
Aunque podría parecer ilógico, ya que los CCTV suelen estar pensados para ver a la gente, la idea tiene ciertamente mucho sentido. De hecho, el objetivo es permitir que las cámaras supervisen cómo los clientes se desplazan por los almacenes, y así construir una base de datos para optimizar los negocios, el inventario, conocer las preferencias de los clientes y otros elementos del entorno minorista, sin transmitir imágenes de las propias personas a través de Internet.
Esta idea podría ayudar a recuperar la confianza de los ciudadanos en todo el mundo, sobre todo después del escándalo generado por el espionaje a gran escala de organizaciones como la NSA estadounidense, que puso en evidencia los planes orwelianos de ese Gobierno para controlar cada movimiento de los ciudadanos dentro y fuera de sus fronteras.
El sistema de la empresa Prism Skylabs es capaz de llevar a cabo ese análisis por sí mismo mientras ‘cubre’ las imágenes de las personas en tiempo real.
Este software también puede usarse en el hogar, dejando las cámaras activadas todo el tiempo, pero permitiendo que graben imágenes de personas solo cuando los dueños están fuera de casa.
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