“Mi perro entiende todo lo que le digo” es una valiente aseveración que muchos tacharían de antropomorfista, al dotar de cualidades humanas a los animales. Pero también abre una interesante pregunta: ¿qué oyen los perros cuando sus dueños les hablan?
Los canes procesan algunas partes del habla humana de forma muy similar a como lo haría una persona, según demuestra un estudio publicado hoy en la revista Current Biology. Al igual que en los seres humanos, cada hemisferio cerebral de los perros está especializado en comprender diferentes partes de la comunicación, ya sea el lenguaje directamente comprensible (palabras y frases) o aquel más sutil (gestos y entonaciones). Una prueba más de que la inteligencia animal, en ocasiones, resulta equiparable a la humana.
“No podemos asegurar cuánta información comprenden, ni cómo”, explica a Teknautas la coautora del estudio e investigadora de la Universidad de Sussex (Reino Unido), Victoria Ratcliffe. “Pero nuestra investigación muestra que los perros perciben varios componentes de la conversación”. Es más, son capaces de reconocer los fonemas de frases como “ven aquí”.
Durante una conversación entre dos seres humanos, las palabras no lo son todo. Características como la entonación juegan un papel importante en la comunicación, y diferentes partes del cerebro procesan estos matices.
Esta separación entre los dos hemisferios a la hora de procesar sonidos ya se conocía en la comunicación entre perros, pero se ignoraba que ocurriera algo semejante cuando el interlocutor es un ser humano.
En los seres humanos, el hemisferio izquierdo está especializado en procesar la información inteligible: aquellos fonemas que dan forma a palabras y frases. Por el contrario, la parte derecha del cerebro detecta las pistas más sutiles, como el tono o el acento. Ambas partes, combinadas, permiten comprender el lenguaje humano en toda su complejidad.
Pero, ¿ocurre lo mismo en los animales domésticos, que han convivido con el ser humano desde hace miles de años? La investigación, llevada a cabo con 250 perros, sugiere que estas mascotas también pueden separar y procesar ambas partes del discurso de una forma comparable a la de las personas.
Esta sorprendente similitud podría, según los investigadores, deberse a una convergencia evolutiva: durante la domesticación del perro, la capacidad de estos animales para responder a las órdenes humanas habría jugado un papel importante en su adaptación. Aunque tampoco descartan que se trate de una característica común en varias especies de mamíferos.
Durante el estudio, el equipo de investigadores reprodujo diferentes mensajes grabados y analizó la reacción de los animales. Algunos decían “ven aquí” de forma monótona, sin entonación. Otros no decían nada comprensible, pero la entonación era positiva.
Según hacia dónde se girara el perro, podría deducirse qué hemisferio cerebral procesó antes la información. Es decir, que si el perro miraba a su izquierda, implicaría que el sonido había sido escuchado con mayor intensidad por el oído izquierdo, lo que sugiere que el hemisferio derecho está más especializado en procesar ese tipo de información (y al revés). Los resultados mostraron que la diferenciación del cerebro en estos animales es comparable a la humana en este contexto.
No solo eso, sino que las diferentes respuestas al decir ven aquí y modificaciones como an vequí “sugieren que las órdenes deben ser dadas en el orden correcto”, según asegura Ratcliffe. Es decir, que su comprensión no se limita a la entonación de la frase.
La inteligencia del Border Collie
Aunque obviamente un perro no sabe idiomas, numerosos estudios han intentado dilucidar hasta qué punto pueden entender las diversas formas de comunicación humana. Se sabe por ejemplo que, a diferencia de los tontos, no miran al dedo cuando alguien les señala algo.
También son capaces de diferenciar si quien les habla es hombre o mujer solamente por la voz, como cualquier persona haría, y relacionar la voz de su dueño con su cara.
En la carrera perruna por ser el primero de la clase, los border collie se encuentran en cabeza. El psicólogo Stanley Coren los situó como los perros más inteligentes en 1994, y desde entonces esta raza británica ha sorprendido a científicos y amantes de los animales.
Chaser, por ejemplo, es un Border Collie que conoce el nombre de más de 1.000 objetos. Entre un millar de juguetes, el animal es capaz de encontrar uno concreto solo por su nombre. También distingue categorías generales como Juguete o Pelota, y puede aprender nuevos nombres por exclusión. Con todo esto, no es de extrañar que Coren considere que la inteligencia de los canes sea comparable a la de un bebé de dos años.
¿Qué le pasa por la cabeza a mi perro?
Para contestar a esa pregunta, un equipo de investigadores logró hacer una resonancia magnética funcional a un perro despierto, gracias a dos ejemplares que estaban entrenados para permanecer completamente inmóviles durante el escáner.
Los animales estaban entrenados para responder a gestos manuales, uno que implicaba un premio y otro que no. Durante la prueba, se vio que la señal de la recompensa activaba una región del cerebro que también está asociada a los premios en los seres humanos. Esto indicaba, entre otras cosas, que los perros prestan mucha atención a las señales que emiten sus dueños.
A pesar de todo lo expuesto, en muchas ocasiones es un error dotar a los animales de cualidades humanas, ni pensar que entienden todo lo que dicen los seres humanos, algo que no está ni cerca de ser cierto. Pero también sería una equivocación negar sus capacidades. En este caso, y con el permiso de los amantes de los gatos, parece que los perros nos entienden mejor de lo que se podría imaginar.
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