jueves, 5 de septiembre de 2013

La homofobia sí es una enfermedad, Raúl Vera López, obispo de Saltillo, México.

Raúl Vera López, obispo de Saltillo, Coahuila, habla en entrevista de los derechos humanos en México y la Iglesia Católica.

Ciudad de México.- Se necesita estar “malito de la cabeza” para pensar que un gay o una lesbiana es una persona degenerada o depravada. Los homosexuales son seres humanos dignos de respeto, subrayó Raúl Vera, obispo de Saltillo, Coahuila.
Entrevistado en Terra, al término de su participación en el programa “Tejemaneje” –el primer programa en México de debate y análisis político en Internet– Vera López habló del cuestionamiento que recientemente formuló el papa Francisco a la prensa internacional: “¿Quién soy yo para juzgar a los homosexuales?”
El ganador del Premio Rafto 2010, por su lucha a favor de los derechos humanos en México, reconoció que las palabras del pontífice de origen argentino contrastan con lo que muchos jerarcas de la Iglesia católica hoy opinan al respecto, es decir, que la homosexualidad es una forma de perversión humana.
Que los homosexuales son seres humanos dignos de respeto es algo indiscutible y que cualquier cristiano debería defender. Pero otra cosa muy distinta es que no mantengan una conducta depravada o degenerada. Así que si su conducta es degenerada, por definición, ell@s son personas degeneradas, desde el punto de vista cristiano.
No pueden las autoridades religiosas hablar como si fueran autoridades exclusivamente sociales. La homosexualidad está siendo aceptada socialmente, pero no debe ser aprobada cristianamente.
Porque si la homofobia es una enfermedad… ¿Dios es un enfermo?
“No haya ramera de entre las hijas de Israel, ni haya sodomita de entre los hijos de Israel”. (Deuteronomio 23:17)
“No te acuestes con un hombre como si te acostaras con una mujer. Eso es un acto infame”. (Levítico 18:22)
“Si alguien se acuesta con un hombre como si se acostara con una mujer, se condenará a muerte a los dos, y serán responsables de su propia muerte, pues cometieron un acto infame”. (Levítico 20:13)
“Por eso, Dios los ha abandonado a pasiones vergonzosas. Incluso sus mujeres han cambiado las relaciones naturales por las que van contra naturaleza; y, de la misma manera, los hombres han dejado sus relaciones naturales con la mujer y arden en malos deseos los unos por los otros. Hombres con hombres cometen actos vergonzosos y sufren en su propio cuerpo el castigo de su perversión.” (Romanos 1: 26-27)
“Como sodoma y Gomorra y las ciudades vecinas, las cuales de la misma manera que aquéllos, habiendo fornicado e ido en pos de vicios contra naturaleza, fueron puestas por ejemplo, sufriendo el castigo del fuego eterno”. (Judas 1:7)
Es más que evidente que Dios siempre ha desaprobado la homosexualidad y siempre lo hará. El Vaticano está obrando para meterse al mundo en el bolsillo y lo conseguirá. Porque la profecía de Apocalipsis 13 no fallará: el mundo irá en pos de la Bestia: “…y hace que la tierra y los moradores de ella adoren a la primera bestia, cuya herida mortal fue sanada“.
¿Cómo hace la segunda bestia (EEUU) que la primera bestia sea adorada? De muchas formas, pero la más importante es por medio de la falsa tolerancia y la falsa sensación de libertad moral.

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