Tras los disturbios en San Pablo, otra de las sedes mundialistas fue escenario de enfrentamientos. Un grupo de violentos volteó un auto de la policía. Hubo destrozos en negocios
Manifestantes se enfrentaron el jueves con la policía y provocaron destrozos en tiendas y bancos de Belo Horizonte, en momentos mismos en que se iniciaba la Copa del Mundo con el partido inaugural Brasil-Croacia. También hubo protestas en Porto Alegre, aunque sin mayores disturbios.
Un grupo de violentos dio vuelta un auto de la policía en la zona de la avenida Joao Pinheiro, y otra columna rompió persianas y vidrios de comercios y sucursales bancarias cerca de la céntrica plaza Siete de Septiembre, según reporta la agencia de noticias AFP.
Por estos episodios, cuatro personas fueron detenidas, según informa la prensa brasileña. Además, un fotorreportero de la agencia Reuters, Sergio Morais, resultó herido en la cabeza por una piedra lanzada por los manifestantes.
Decenas de efectivos de la policía militar brasileña apoyados por camionetas y helicópteros avanzaron por la avenida Alfonso Pena para disgregar a esta columna, formada por unas 200 personas.
“Abajo la Copa”, decía una de las pancartas que llevaban los manifestantes, que escaparon rápidamente cuando la policía intentó cercarlos.
Los incidentes comenzaron al mismo tiempo que se celebraba en San Pablo la fiesta inaugural del Mundial Brasil 2014 y continuaron cuando ya se había dado inicio al partido entre Brasil y Croacia.
Los enfrentamientos en Belo Horizonte, sede mundialista, se suman a los registrados más temprano precisamente en San Pablo, donde la policía lanzó gases lacrimógenos, balas de goma y bombas de estruendo para dispersar a manifestantes que se oponen a la realización de la Copa del Mundo.
Amnistía Internacional condenó la represión al inicio del Mundial
La policía brasileña hizo un “uso desproporcionado de la fuerza” contra los manifestantes que marcharon hoy en San Pablo antes de la ceremonia de apertura
Amnistía Internacional (AI) condenó la brutal represión que perpetró la policía durante la primera manifestación realizada este jueves en San Pablo contra el Mundial, que comenzó hoy. Según la organización no gubernamental, la marcha tuvo un carácter “pacífico” que no justificó el “uso desproporcionado de la fuerza” de los agentes de seguridad.
AI llamó, en un comunicado, a una “acción urgente” para que la ciudadanía “saque tarjeta amarilla” a la policía por su actuación, y afirma que manifestarse “no es un crimen”.
En la mañana del jueves, un grupo de 200 personas se concentró en la zona este de San Pablo para protestar contra los gastos ocasionados por la organización del Mundial de Fútbol que comenzó hoy en la ciudad brasileña.
La policía dispersó a los manifestantes con gases lacrimógenos, balas de goma y bombas aturdidoras cuando el grupo intentó bloquear la principal vía de acceso al Arena Corinthians, el estadio paulista en que se disputa el partido inaugural del Mundial.
La intervención policial se saldó con siete heridos; entre ellos, la productora de la cadena estadounidense CNN Barbara Arvanitidis -que tuvo que ser retirada en camilla del lugar donde se desarrollaba la manifestación-, la corresponsal de dicha cadena Shasta Darlington y el fotógrafo argentino Santiago Abd.
El gobierno de Dilma Rousseff ordenó contener las distintas protestas contra el Mundial durante la realización del torneo, que van desde huelgas de trabajadores hasta manifestaciones populares en contra de la organización del certamen, que costó millones de dólares a Brasil.
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