La Comisión Europea en el tema de Investigación, Innovación y Ciencia, a cargo de la política irlandesa Máire Geoghegan-Quinn dio el 16 de junio una noticia que sacude el mundo europeo y pone en alerta a los ambientalistas y desempleados.
“La UE pone en marcha el mayor programa de robótica civil del mundo”, destacó la Comisión.
“La Comisión Europea invertirá 700 millones de euros, y euRobotics 2.100 millones de euros”, en crear robot como Robohw, dueña de casa; o Robofoot que se fabricaría en España para hacer zapatos económicos, y el Stiff-Flop, un brazo robótico que reemplaza a los cirujanos. El plan “se financia en las convocatorias de Horizonte 2020”.
“La importancia de estos objetos va más allá del simple hecho de reemplazar a la mano de obra humana, para conseguir hacer tareas que las personas no quieren o no pueden hacer”, dijo vicepresidenta de la Comisión Europea, Neelie Kroes, a la vez que remarcó ““tenemos que producirlos”.
Dentro del informe no se incluyó un análisis sobre las consecuencias que podría significar el plan en las economías de Europa.
El argumento de Kroes es que “los robots son necesarios para ahorrar costes, mejorar la calidad y las condiciones de trabajo y para minimizar los recursos y los residuos”.
A su vez argumentó que la producción de los robots dará puestos de trabajo, al menos hasta el año 2020 que durará el anunciado programa de producción.
“La robótica permite a las empresas, entre otras cosas, continuar fabricando en Europa”, aseguró, dando a entender que los costos de la mano de obra humana no es competitiva.
“La industria de los zapatos es una de las más importantes de Europa, en estos momentos debe hacer frente a una intensa competencia de países con mano de obra barata. 10 socios de España, Italia y Alemania, liderados por la Fundación Tekniker”.
“El robot utiliza sensores láser para identificar el zapato y su posición, pueden teñir los zapatos bajo la supervisión de un ser humano. Con una financiación de 2,6 millones de euros de un coste total de 3,7 millones de euros”, indicó su informe. De esta manera la Comisión Europea anunció la fabricación del Robofoot, para reemplazar a los trabajadores de zapatos.
No solo los trabajadores de fábricas serán reemplazados sino también las amas de casa, o las asesoras del hogar, con el Robohow.
“RoboHow es un robot que puede cocinar, doblar la ropa limpia, sacar la basura y hacer otras tareas de la casa. El objetivo es que pueda ayudar a las personas con problemas en las actividades cotidianas, incluso puede aprender por sí mismo a hacer alguna tarea sencilla. El proyecto está dirigido por la Universität Bremen, con la participación de investigadores de Francia, Suecia, Bélgica, Holanda, Grecia, Alemania y Suiza”.
Por último la oferta de la vicepresidenta de la Comisión Europea apuntó a reemplazar a los médicos cirujanos con el Stiff-Flop, un brazo robótico.
“Podría ser utilizado en cirugía laparoscópica y hacer que fuera más segura minimizando el dolor postoperatorio y la cicatrización”, aseguró la comisionada.
“El consorcio liderado por el Kings College de Londres está formado por investigadores del Reino Unido, España, Italia, Polonia, Alemania, Países Bajos e Israel con una subvención de la CE de 7,4 millones de euros sobre un coste total estimado de 9,6 m de euros)”, agregó Kroes.
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