Una figura ampliamente conocida por las culturas antiguas, presente en casi todas las religiones y representada en todo el mundo. De acuerdo con las creencias esotéricas, esta figura es el símbolo que representa el espacio y el tiempo. Contiene la información sobre las relaciones entre todo lo vivo, supuestamente patrones de creación, patrones de formas que servirían de base para crear todo lo que hay en el universo.
La concepción de la música humana medieval y su forma de escribirla posiblemente fue basada en esta figura, ya que la distancia entre las esferas es idéntica a la distancia entre los tonos y medios tonos en música occidental.Simboliza un árbol que contiene una flor la cual a su vez contiene una semilla, la cual a su vez contiene un árbol. así, la semilla tiene la imagen dentro de si del árbol. Estamos hablando de fractales.
¿Nada nuevo bajo el sol?
Llama la atención la expansión mundial de este símbolo, que algunos encuentran representado en el calendario Tzolkin de los mayas, en épocas en que aún no habían llegado los colonizadores a América.Los egipcios, los celtas, los antiguos chinos y japoneses, en Africa del norte (Marruecos), en oriente Medio, en India y en el antiguo México y Perú, era un símbolo muy utilizado y que aparece en muchísimos registros.
Leonardo Da Vinci le dedicó un estudio:
También Leonardo Da Vinci nos legó el entendimiento de las proporciones, la fractalidad y la geometría sagrada en el cuerpo humano con su Hombre de Vitruvio:mide las siguientes proporciones…
Una palma equivale al ancho de cuatro dedos.
Un pie equivale al ancho de cuatro palmas (12 pulgadas).
Un antebrazo equivale al ancho de seis palmas.
La altura de un hombre son cuatro antebrazos (24 palmas).
Un paso es igual a un antebrazo.
La longitud de los brazos extendidos (envergadura) de un hombre es igual a su altura.
La distancia entre el nacimiento del pelo y la barbilla es un décimo de la altura de un hombre.
La altura de la cabeza hasta la barbilla es un octavo de la altura de un hombre.
La distancia entre el nacimiento del pelo a la parte superior del pecho es un séptimo de la altura de un hombre.
La altura de la cabeza hasta el final de las costillas es un cuarto de la altura de un hombre.
La anchura máxima de los hombros es un cuarto de la altura de un hombre.
La distancia del codo al extremo de la mano es un quinto de la altura de un hombre.
La distancia del codo a la axila es un octavo de la altura de un hombre.
La longitud de la mano es un décimo de la altura de un hombre.
La distancia de la barbilla a la nariz es un tercio de la longitud de la cara.
La distancia entre el nacimiento del pelo y las cejas es un tercio de la longitud de la cara.
La altura de la oreja es un tercio de la longitud de la cara.
La distancia desde la planta del pie hasta debajo de la rodilla es la cuarta parte del hombre.
La distancia desde debajo de la rodilla hasta el inicio de los genitales es la cuarta parte del hombre.
El inicio de los genitales marca la mitad de la altura del hombre.
Esta proporcionalidad perfecta se refleja en la naturaleza fractal de nuestro universo.
Tal vez te sorprenda saber que la geometría sagrada, la sucesión de Fibonacci y el número aúreo, que el hombre relaciona con lo místico, lo sagrado y lo mágico, son un recurso, una estrategia que tiene la naturaleza para ahorrar energía, distribuirla y compartirla de forma armónica para luchar contra la entropía.
Tal vez te sorprenda saber que la geometría sagrada, la sucesión de Fibonacci y el número aúreo, que el hombre relaciona con lo místico, lo sagrado y lo mágico, son un recurso, una estrategia que tiene la naturaleza para ahorrar energía, distribuirla y compartirla de forma armónica para luchar contra la entropía.
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