jueves, 2 de abril de 2015

Falsas deidades se alimentan de tu Devoción.


Miles de años y cientos de civilizaciones adorando a falsos dioses. Politeísmo y posteriormente el monoteísmo se han ido encargando de monopolizar y redireccionar convenientemente nuestras energías a través de la fe. La religión es un tema sensible que toca las creencias más profundas y arraigadas del ser humano, todo su miedo, su fragilidad existencial, su enfrentamiento con la muerte, fue convenientemente programado y canalizado, generación tras generación para mantener al rebaño encerrado en esa prisión mental. Sacerdotes (pastores) han cuidado y alimentado al rebaño con ese mana, lleno de culpa y de juicio, reclamando primero la sangre de inocentes y posteriormente su devoción. Se cuentan por millones los centros de devoción, en los que estos incautos e inocentes sujetos se dirigen piadosamente a descargar su dosis energética, para alimentar en esos ritos o misales, a unos dioses que de Dios tienen muy poco.

Todas las religiones erigen mastodonticos templos, los forra de imágenes o símbolos, crea una atmósfera propicia y utiliza programación mental a través de rezos mantricos, con los que condicionar la mente, e iniciar así el festín. Los pasos a seguir, sea la religión o el culto que sea, son muy parecidos cambian las formas, pero el resultado es el mismo. Las religiones modernas no manchan sus altares con sangre, este elemento ha sido transmutado por elementos simbólicos en los que se emplea un ritual de transustanciación, para que no desaparezca del todo ese rojo elemento, una vez se ha completado el misal y el cordero a sido sacrificado, el rebaño vuelve al redil con su conciencia tranquila y su cuerpo energético parcialmente sustraído. No existe una sola religión, culto o creencia sobre la tierra que no este manipulada y orientada a la alimentación de entes que desde hace milenios adoptan roles divinos para saciar su apetito.


No voy a emplear términos como demonios o diablos, aunque su comportamiento y apariencia sea parecida. Hacerse pasar por “seres” del tipo angelical, vírgenes, mesías, santos o dioses, es su modus operandi, en el que la confusión y la manipulación, lleva al crédulo a depositar toda su fe en unas entidades de falsa luz y falso amor. El común de los mortales no esta familiarizado con el mundo espiritual o extraterrenal, y cualquier ente que adopte la forma de un pretendido ser de luz, un dios o una virgen, caerá sin remedio en ese embrujo. No es menos cierto, que escogen cuidadosamente ante quien y como presentarse, nuestras mentes están abiertas para ser cotejadas y ver hasta donde estamos sumergidos en nuestras creencias y nuestra ignorancia. Un ser desinformado, crédulo, miedoso e ignorante es la victima perfecta, para desplegar su red de influencia y apoderarse de ese incauto que recabara para esa entidad, cientos de iguales, que proveerán de alimento primero, y culto después, a esas divinidades de baja estopa. Puede que se sienta recelo ante estas afirmaciones, pero ¿a cuantos catedráticos se le ha aparecido la virgen? Seguramente te cueste encontrar alguno, ya que si posees algo de sentido critico e inteligencia, te costara caer en estas pantomimas.

El culto mariano es uno de los mas evidentes, y de los que es mas fácil exponer y desmontar. Los chiringuitos camperos, que estas entidades montan en lugares escogidos, donde la concentración de esa energía humana emanada, es amplificada por vórtices energéticos que son a su vez, emanados desde la tierra, creando un destilado digno de dioses, un elixir con el que poner a estas entidades en verdadero éxtasis. Toda esa devoción concentrada, transmutada y amplificada da como resultado esa gracia que tanto gusta a los dioses. No solo el culto mariano es sospechoso de esto, como decía todas las religiones a pesar de ser monoteístas, crean una pléyade de imaginería, con el fin de que estos entes adopten esos roles y focalizar incluso la devoción personalizada, a través de santos, vírgenes y cristos locales. Nadie con férreas creencias escapa a estas pretendidas deidades, nuestros limitados sentidos omiten su exposición, si un ser humano devoto y creyente pudiese ver el verdadero aspecto de estas entidades caería irremediablemente en un cuadro depresivo. La mentira y el engaño que existe en los cultos de fe, es tan mayúscula que la mayoría no están preparados para asimilar esta gran y oculta verdad.

                  La madre María es uno de las clásicos roles que adoptan para atrapar al incauto.

Solo en los cultos africanos y caribeños estas entidades no han omitido totalmente su verdadera forma, en estos cultos aun se exige sangre por los favores prestados, en el Islam son los djinns los que acaparan estas formas de apelar a la bajeza humana, estos entes son menos sutiles y aun exigen sangre, pero la devoción es su verdadero objetivo. La pasión y la necesidad de creer, nos separan de nuestra verdadera naturaleza, nuestra real divinidad y nuestra alma. Nos aleja de Dios y nos hace tomar un camino oscuro lleno de obstáculos y programación mental. Cuesta alejarse de las creencias, asumir que los roles que creemos divinos, no son mas, que falsos iconos llenos de oscuridad y negatividad, entes que enferman nuestro cuerpo energético y se apoderan de nuestra luz. Solo debemos tener una cosa en cuenta, un ser divino y celestial real, jamás te exigirá nada, no te pedirá que creas y no se mostrara como alguien superior a ti, ni mas evolucionado si quiera, por que eres un igual, no existe una superioridad solo existe la igualdad, porque todos somos hijos de la misma fuente, todos somos una misma cosa y todos formamos parte de lo mismo, sin necesidad de culto, ni rituales, ni devoción.

En los cultos modernos en los que las deidades han sido suplidas por hermanos o “seres de luz” estas entidades se adaptan a la toma de conciencia del individuo y los parasitan creando esos gurús espirituales que tan de moda se pusieron. Estas entidades canalizan a sus acólitos con mensajes positivistas, los contaminan con realidades venideras, eventos marcados con fechas concretas, seudo lenguaje espiritual y planetario, donde plasmar un idílico crisol de posibilidades mas allá de lo demostrable espacialmente, planetas, constelaciones y estrellas son incluidos en su menú toxico, confusión dimensional y encuentros programados con seres estelares. Es un paso adelante en la evolución y el refinamiento en las costumbres culinarias de estos entes, que en pleno siglo XXI, deconstruyen cuales chefs vanguardistas con estrella neumática, sus menús plagados de nuevas técnicas para el ordeñe del rebaño.

Pléyades, Orión, Arturo… Constelaciones fácilmente identificables, con cientos, quizás miles de planetas, en los que ubicar su supuesta localización. Es mas creíble y romántico para el contactado, señalarle esos lugares remotos de procedencia, que decir que llevan miles de años en La Tierra timando a tontos como el. Tras las consiguientes canalizaciones, con mensajes “buenrollistas” sobre la trascendencia y la evolución a “dimensiones” superiores, seguido de eventos catastróficos futuros que remediar a través de meditaciones grupales e incluso masivas, y apertura de portales con fines poco claros. Evidentemente toda información canalizada ha de ser puesta en cuarentena y tomada poco en serio, porque por norma general los verdaderos seres evolucionados, los hermanos que trascendieron antes que nosotros, se cuidan mucho de intervenir de algún modo, que pueda desviar nuestra propia evolución, nuestras decisiones son respetadas, por supuesto, si deseamos atarnos a supuestos salvadores o pretendidos maestros, y tratar de eludir nuestra responsabilidad como SER, adelante, porque esto forma parte de nuestro proceso evolutivo y nuestra toma de conciencia, que nunca es eludida, solo pospuesta. Cualquier intervención es tomada como un lógico paso atrás en ese camino, ya que seria operar de igual modo (incorrecto) que esos supuestos hermanos de las estrellas.

                                  Se presentan como seres iluminados para engañar al rebaño.

La mal llamada escritura automática, no es más que un medio en el que ceder momentáneamente nuestro control mental y físico a esos entes, esto no es mas que una posesión voluntaria, en la que el canal, permite que un ente extraño, tome el control de su cuerpo mental y a través de este vehiculo, tome también el control de su cuerpo físico. Esta escritura, en la que se nos delega un mensaje (cebo) en pro, del bien humano y su próxima eclosión, deja un regustillo extraño ya que por críptico, este mensaje tan vital, da pie a distintas y arbitrarias interpretaciones, si este mensaje es tan vital para la humanidad, debería poder entenderlo desde un anciano a un niño.

Cuando el ente en cuestión dice pertenecer a otra dimensión superior mas elevada y evolucionada, también esta omitiendo su verdadero origen y sus verdaderas intenciones. Estos seres “dimensionales” mienten, debido a que no viajan entre dimensiones si no entre densidades, no es tan sencillo como se no ha hecho creer, pasar de una dimensión (mundo o realidad paralela) a otra como si tal cosa, cuando en realidad la comunicación es entre densidades, cuerpos menos densos (ellos) contactando a seres mas densos (nosotros) lo que seria una comunicación dentro del mismo plano físico, desde distintas densidades (de arriba abajo) y no desde distintas dimensiones ( de izquierda a derecha o inversa). Las dimensiones no se mezclan, son como agua y aceite, estas dimensiones o realidades paralelas, son ecos de una realidad primigenia y original, como ondas de radio que emiten de forma paralela pero a distinta frecuencia y densidad, mientras que las densidades conviven dentro de un mismo plano (realidad) solapadas unas encima de otras compartiendo el mismo espacio en distinto grado de frecuencia y densidad. Este solapamiento es el que propicia que nosotros seres de tercera densidad, contactemos con seres de cuarta o quinta densidad, que conviven y comparten el mismo espacio físico en distintos rangos de frecuencia sensorial, es por ello que los de cuarta o quinta intervienen en los rangos de tercera.

                                Estos demiurgos son seres negativos de densidades superiores.

Las entidades de cuarta y quinta densidad, en su forma evolutiva mas negativa, por lo tanto mas densa, precisan una interactividad, mas intensiva con los seres mas densos, que formamos parte de este rebaño, para mantener un constante y perenne ordeño energético prácticamente imperceptible para la mayoría de seres humanos mas pendientes de su entorno que de lo que le demandan sus sentidos. Los humanos densos derrochan cantidades ingentes de energía para mantener sus cuerpos físicos. Parte de esa emanación energética es sustraída por distintos entes parasitarios. Los sistemas de creencias, el sistema social y el sistema económico, mantiene al humano confinado dentro de una celda sin barrotes, estos sistemas al trabajar conjuntamente forman un sofisticado y complejo sistema de ordeñe automático de nuestras energías, de las que se benefician multitud de entes parasitarios que ocupan los estratos mas densos en sus respectivos rangos de frecuencia y densidad. Desde los que se alimentan del miedo y la ira a los que se alimentan de la devoción en sus más amplios modos y formas.

¿Pero… Yo he visto a un ser de luz? Seguramente el contactado, que quizá posee un espectro de percepción sensorial mas amplio, ha logrado ver y sentir a esa entidad, que se mostró ante él como un ser de luz radiante y lleno de amor, es muy posible que lo viera, pero es mas posible que lo que viera no fuera real, pero aun así esa luz… no es luz blanca o dorada como la que irradian los verdaderos seres de luz, esta es una luz amarillenta que muchos han relacionado acertadamente con el tercer chakra o con la energía del rayo amarillo. Esta luz amarilla es la irradiación de una entidad que ha evolucionado a través del egoísmo y el amor propio, porque ese es el amor que irradian, es solo amor hacia si mismos, que es extrañamente confundido, con el amor real y el sentimiento de unidad que se despierta al abrirse el resto de chakras. Estas entidades desconocen por completo y por propia elección, el amor desinteresado hacia el resto de seres. Ambas opciones son licitas, pero no deben ser confundidas y gracias a esa confusión, gracias a esa trampa, normalmente se salen con la suya.

                                          Clásica representación del falso dios y su falsa luz.

Ya sean lo que digan que sean, en el caso de ser contactados por estos entes debemos tener claro su verdadero propósito, tanto si se presentan como ángeles, la virgen María, ser de luz o hermano cósmico, el 99,9% de las veces no serán quien dicen ser y es mas probable que su intervención nos provoque secuelas graves tanto físicas como psíquicas y energéticas, una exposición a este tipo de seres altamente negativos, nos suponga un desvío en nuestro propio proceso. Debemos empezar a deshacernos de las creencias, estamos ansiosos por ese contacto con la divinidad, con la otra realidad, con la trascendencia física y espiritual y las prisas no son buenas, y acarrea consecuencias. Tomar atajos de este tipo es volver al final de la fila, todo lleva su proceso y mientras debemos continuar viviendo esta realidad y este presente. Hay que ser cautos y desconfiar de esos hermanos que en realidad no sienten realmente el mensaje que dan. Tratar de llenar nuestras vidas vacías con hechos extraordinarios que no nos aportan las lecciones adecuadas en nuestro proceso.

Finalmente el tiempo pone a cada uno en su lugar correspondiente, y solo debemos tirar de hemeroteca virtual para darnos cuenta que esos gurús que hace dos o tres años nos bombardearon con sus patrañas hoy están escondidos tratando de reciclarse y ganarse un prestigio que lograron engañando a sus hermanos. Los comandantes estelares, las vírgenes, los arcángeles, Jehová o Yahvé, parásitos de la fe y la esperanza, contenedores de envidia, sedientos de sangre. Llego el momento de purgarnos de estos bichos y echarlos para siempre de nuestras mentes.

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