domingo, 3 de mayo de 2015

¿QUIEN EMPUJÓ AL MAR A LOS AHOGADOS EN EL MEDITERRÁNEO?




"Cantata de Santa María de Iquique":
"No basta solo el lamento,
no basta solo el recuerdo,
miremos la realidad:
la historia que hemos contado
de nuevo sucederá"

Los versos finales de la hermosa y hoy olvidada "Cantata de Santa María de Iquique", de Luis Advis, en memoria de los mineros masacrados en la huelga general de 1907 son, por desgracia, plenamente aplicables a la continúa reedición de los naufragios en un Mar Mediterráneo convertido en cementerio para miles de refugiados que -nos dicen- buscan El Dorado en esta Europa cínica, egoísta e insensible para la que el drama es solo una cifra en los noticiarios antes de pasar a otra distracción. Lo que no explican esos medios es quién convirtió sus países de origen en infiernos tan intolerables que solo dejan resquicio a la esperanza en forma de huida. La información que se nos da, superficial y fatalista, pasa solo por compadecernos de su desgracia, como si Occidente fuera inocente de ella.

No lo es en modo alguno.



Frente a las víctimas del terremoto de Nepal, de las que solo podemos culpar a la Naturaleza, madre nada compasiva, aquí existen culpables y encubrimientos, que comienzan por el sustituir la verdadera condición de estos deplazados, refugiados de guerras provocadas, financiadas y alentadas por el bloque económico-militar que garantiza nuestra forma de vida:

En varios informes de prensa y declaraciones políticas, la palabra "refugiado" cada vez está siendo reemplazada por "emigrante" ... Un migrante, según la ONU, es una persona que se dedica a (buscando) una actividad remunerada en un Estado del cual él o ella no sea natal. Un refugiado es una persona completamente diferente, que está fuera de su país de origen a causa de haber sufrido (o temido) la persecución por motivos de raza, religión, nacionalidad u opinión política; porque él o ella es miembro de una categoría social perseguida de personas; o porque están huyendo de una guerra ... El uso de "emigrantes" en lugar de "refugiados" quita nuestra atención de por qué huyen, de nuestra propia complicidad en todo esto y reduce nuestra responsabilidad de proteger a los refugiados ....


Dado que la mayoría de estos refugiados proceden de zonas donde las intervenciones militares occidentales y la exportación de armas han fallado miserablemente, atendiendo a los propósitos declarados oficialmente y solamente ha causado más problemas.

Al igual que con muchos otros problemas de estos últimos años, hay una negación psico-política del hecho de que el militarismo occidental es la causa más importante de estos problemas a los que nos enfrentamos. (Ene Oberg: "Detrás de cada refugiado existe un traficante de armas")

Desde que en 2011 la coalición internacional promovida por la corrupta ONU procediera a arrasar Libia, hasta entonces el país mas insultantemente próspero de África, el número de seres humanos que mueren en su huída del norte de Africa se ha quintuplicado. Sólo desde principios de 2015, se estima que más de 1.800 personas han muerto en el Mediterráneo en su ruta hacia Europa, creando una situación que Amnistía Internacional ha calificado de "el mayor desastre de refugiados desde la Segunda Guerra Mundial".



Ningún medio "oficial", hasta donde yo se, ha relacionado la mortandad en el "Mare Nostrum" con la que previamente causó la OTAN en suelo libio, en una "razia" terrorista que, como en el caso de las famosas "armas de destrucción masiva" iraquíes, se justificó en una supuesta represión de Gadafi contra la población de Bengasi, luego desmentida incluso por medios pro-atlantistas como "El País". Otra hipócrita intervención "humanitaria" que devolvió a un estado próspero al oscurantismo del medievo, provocando en este caso dos millones de desplazados, la ruptura de la convivencia social o el surgimiento de grupos terroristas como el ISIS o Estado Islámico, nuevo Frankenstein maquiavélicamente creado por los servicios secretos occidentales que, una vez más, "creían" estar apoyando a "rebeldes a favor de la democracia" y, como en el caso de Al Qaeda en la guerra de Afganistán, se han encontrado con que han apoyado a un monstruo incontrolable al que ahora tienen que combatir pisoteando la soberanía de países como Siria o, nuevamente, Iraq. ¡Cuánta ingenuidad por parte de los intervencionistas "liberales" de E.E.U.U., que vuelven a tropezar en la misma piedra y a justificarse con las mismas excusas!

Tanta hipocresía por parte de Occidente solo mueve al asco y a la indignación.



Lamentar la continua pérdida de vidas humanas sin indagar las causas de esta tragedia es hacer el juego a las potencias imperialistas, que provocaron este "efecto colateral" al abandonar Libia a los mismos grupos terroristas que dice combatir en terceros países de evidente importancia geoestratégica e insumisos a la dictadura del petro-dólar.


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