Controlar los efectos del paso del tiempo es una de las grandes obsesiones del ser humano a lo largo de toda su historia, desde un punto de vista estético y también médico.El elixir de la eterna juventud, las pociones mágicas que nos permitirían vivir para siempre... durante siglos hemos buscado sin éxito la fórmula para estar siempre jóvenes... y ahora eso podría estar un poquito más cerca.
Porque un grupo de científicos de Estados Unidos y España, dirigidos por el investigador Juan Carlos Izpisúa, han dado un paso que hace más creíble la materialización de ese sueño. Por primera vez han conseguido interrumpir el envejecimiento.
De momento, el logro solo se ha conseguido en el laboratorio y con células de personas con progeria, una extraña enfermedad que causa el envejecimiento prematuro en plena infancia. El avance, que publica la revista «Nature», demuestra que al menos en una placa de cultivo se puede modular el paso del tiempo.
Pero sobre todo ofrece un modelo de estudio único para estudiar esta rara enfermedad y todos los efectos de la vejez natural. En las células reprogramadas de los pacientes, el grupo de Izpisúa ha reproducido fielmente la enfermedad. Lo que se convierte en el mejor conejillo de Indias para probar futuros tratamientos e investigar a fondo el proceso biológico del paso del tiempo.
Esta será la aplicación inmediata. Los niños con progeria sufren con pocos años los problemas de salud típicos de la quinta o la sexta década de la vida. Son niños-viejos: tienen arterioesclerosis, osteoporosis, trombosis y ataques al corazón. Se quedan sin pelo, su piel se arruga, apenas crecen y su esperanza de vida no supera por término medio los 14 años.
El interés científico por esta rara patología es buscar una solución para sus afectados y, por extensión, encontrar respuestas para todas las enfermedades relacionadas con la edad. La protagonista de esta investigación es la reprogramación celular y las células iPS. Con esta técnica, se puede dar marcha atrás en el reloj biológico y conseguir que una célula adulta vuelta al estado de inmadurez original para comportarse como si fuera embrionaria. Todo sin tener que destruir embriones.
A partir de una muestra de piel de enfermos con este síndrome, los científicos del Centro de Medicina Regenerativa de Barcelona y del Instituto Salk (California) generaron células madre iPS o pluripotentes con la alteración genética que provoca el síndrome. Durante la reprogramación, borraron los defectos de la enfermedad en las células. Las nuevas células actuaban como sanas. Mostraban la ausencia de progerina (la proteína que causa el envejecimiento) y, lo más importante, carecían de las alteraciones que normalmente se asocian con el envejecimiento prematuro.
«Hemos observado que podemos "rejuvenecer " un núcleo "envejecido" de progeria,lo que nos abre las puertas a estudiar los mecanismos genéticos de la vejez», explicó Izpisúa. Este efecto es temporal. Cuando esas células iPS se transformaron en una célula adulta volverían a aparecer las malformaciones en sus núcleos y todos los efectos del envejecimiento.
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