En la ciudad australiana de Golburn han llovido millones de arañas en las últimas semanas debido al fenómeno llamado «Cabello de ángel».
© Twitter eRYCK bAGSHAW
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En la imagen se puede ver una zona de Goulburn completamente cubierta de tela de arañaLos vecinos de Goulburn están viviendo un fenómeno de la naturaleza desde principios de este mes: la lluvia de millones de arañas. Ahora, sus casas, coches y jardines están cubiertos de telas de los arácnidos.
Según el periódico Sydney Morning Herald «millones de arañas» ha sido vistas «cayendo del cielo».
Aunque no lo parezca, esta invasión de arañas no es tan extraña. Las arañas pueden utilizar la gasa de los hilos de seda como paracaídas, que al ser arrastrados por el viento les permite viajar a grandes distancias en sus migraciones periódicas. Debido a esto, se han podido ver arañas hasta a 1.600 kilómetros de distancia de su origen y cubriendo globos atmosféricos que están a una altura de 5.000 metros sobre el nivel del mal.
Estos paracaídas pueden unirse formando una masa de gruesas capas, que les sirve tanto para viajar como para instalarse cuando llegan a su destino.
«Las arañas pueden viajar kilómetros, que es la razón por la que cada continente tiene arañas. Incluso en la Antártida, donde llegan y mueren», explicó Martyn Robinson, naturalista del Museo de Australia al Sydney Morning Herald. «Este es el motivo por es que los primeros animales que llegan a las nuevas islas creadas por la actividad volcánica son las arañas. Puedes encontrar campos y árboles cubiertos por esta tela de araña, que algunos llaman «Cabello de ángel».
Un residente en la zona de Goulburn comentó que había visto una nube de tela de araña volar durante unos 30 minutos aproximadamente. Al contrario de lo que se podría pensar en un principio, salvo los habitantes con fobia, el resto parece convivir tranquilamente con estas nubes de arañas que han llegado.
Comentario: Este fenómeno, según explican los científicos, puede deberse a una estrategia evolutiva de la especie para sobrevivir a intensas lluvias o inundaciones. Con la esperanza de ser arrastradas por el viento a un lugar más seco las arañas despliegan sus telas y se dejan arrastrar. Cuando este fenómeno se presenta en forma tan intensa y en varios lugares del mundo no es descabellado pensar que cambios climáticos de alcance global están afectando el hábitat natural de estos pequeños animales.
Una situación análoga se vivió en 2013 en un pueblo de Brasil y en 2012 Wagga Wagga, Australia, se pudo atestiguar una invasión de similar intensidad. También se reportó una impresionante acumulación de arañas en un cobertizo en México apenas unas meses atrás, y en el año 2013 una aterradora invasión se vio también en el litoral argentino.
Invasión de arañas en México:
Una "lluvia" de arañas dejó pasmados a los pobladores de Santo Antonio da Platina, en Brasil, que al inicio pensaron que lo que veían de lejos eran indefensos pajaritos.
Mismo fenómeno en Entre Ríos, Argentina, hace 2 años atrás:
Según el periódico Sydney Morning Herald «millones de arañas» ha sido vistas «cayendo del cielo».
Aunque no lo parezca, esta invasión de arañas no es tan extraña. Las arañas pueden utilizar la gasa de los hilos de seda como paracaídas, que al ser arrastrados por el viento les permite viajar a grandes distancias en sus migraciones periódicas. Debido a esto, se han podido ver arañas hasta a 1.600 kilómetros de distancia de su origen y cubriendo globos atmosféricos que están a una altura de 5.000 metros sobre el nivel del mal.
Estos paracaídas pueden unirse formando una masa de gruesas capas, que les sirve tanto para viajar como para instalarse cuando llegan a su destino.
«Las arañas pueden viajar kilómetros, que es la razón por la que cada continente tiene arañas. Incluso en la Antártida, donde llegan y mueren», explicó Martyn Robinson, naturalista del Museo de Australia al Sydney Morning Herald. «Este es el motivo por es que los primeros animales que llegan a las nuevas islas creadas por la actividad volcánica son las arañas. Puedes encontrar campos y árboles cubiertos por esta tela de araña, que algunos llaman «Cabello de ángel».
Un residente en la zona de Goulburn comentó que había visto una nube de tela de araña volar durante unos 30 minutos aproximadamente. Al contrario de lo que se podría pensar en un principio, salvo los habitantes con fobia, el resto parece convivir tranquilamente con estas nubes de arañas que han llegado.
Comentario: Este fenómeno, según explican los científicos, puede deberse a una estrategia evolutiva de la especie para sobrevivir a intensas lluvias o inundaciones. Con la esperanza de ser arrastradas por el viento a un lugar más seco las arañas despliegan sus telas y se dejan arrastrar. Cuando este fenómeno se presenta en forma tan intensa y en varios lugares del mundo no es descabellado pensar que cambios climáticos de alcance global están afectando el hábitat natural de estos pequeños animales.
Una situación análoga se vivió en 2013 en un pueblo de Brasil y en 2012 Wagga Wagga, Australia, se pudo atestiguar una invasión de similar intensidad. También se reportó una impresionante acumulación de arañas en un cobertizo en México apenas unas meses atrás, y en el año 2013 una aterradora invasión se vio también en el litoral argentino.
Invasión de arañas en México:
Una "lluvia" de arañas dejó pasmados a los pobladores de Santo Antonio da Platina, en Brasil, que al inicio pensaron que lo que veían de lejos eran indefensos pajaritos.
Mismo fenómeno en Entre Ríos, Argentina, hace 2 años atrás:
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