Si bien, son lo más tierno del mundo, a veces salen con cosas que son, por decir lo menos, espeluznantes. Al margen de que uno pueda creer o no en la vida después de la muerte, en fantasmas y espíritus, en dios o en el diablo, cuando salen con ese tipo de afirmaciones, igual a uno se le pone la piel de pollo.
Uno de mis hijos, cuando era pequeño, decía ver el aura. Hacía unos movimientos medios raros con sus manos y concluía que tu aura era de tal o cual color y luego, cual pitoniso, decía algo referente al color. Afortunadamente decía payasadas la mayoría de las veces. Pero nunca supimos de dónde sacó eso de “ver el aura” pues ha crecido en un hogar en donde no creemos en esas cosas, ni en el zodiaco, ni en nada supraterreno. Raro.
Mi madre, por su parte, afirma que de chica, tenía amigos imaginarios. Yo, jamás vi nada, pero le tenía terror a dos peluches que me regaló una tía y en ellos se canalizaron mis temores nocturnos al extremo de que, cuando me acuerdo de ellos y sus caras horribles que se movían en la oscuridad, aún me dan ganas de llorar. Eran un Ratón Mickey y un Pitufo.
Y a cada persona que uno le pregunte, responde con sus respectivas experiencias que, si no son de fantasmas, son de marcianos y ya nadie entiende nada, Salfate mediante.
El asunto es que me he topado con este lista de frases horribles que han dicho niños sobre sus amigos imaginarios y están de película. Son un buen comienzo para cualquier novela de terror, al más puro estilo Henry James.
Yo, no siendo una creyente, me la he pensado y hasta el color del día es sugerente para leer algo así.
Ojalá que les asusten tanto como a mí.
1- Mi hijo a la edad de 3 años siempre me hablaba a cerca de un “hombre enredadera” que vivía en el cuarto de mamá y papá. Yo cometí el error de preguntarle como lucía este hombre, y mi hijo respondió: “Oh, el no tiene cara”.
2- Cuando mi hija tenía 3 años, tenía una amiga imaginaria llamada Kelly que vivía en su closet. Mi hija decía que Kelly se sentaba en una mecedora cuando ella estaba dormida, jugaba con ella, lo típico de un amigo imaginario. Después de dos años, mi esposa y yo estábamos viendo la película “Amityville, y nuestra hija vio justo el momento en el que la hija tiene los ojos completamente negros, y en vez de asustarse dijo: “Así luce Kelly”, yo pregunte “¿Cuál Kelly?” y ella respondió: “Ya sabes la niña muerta que vive en mi clóset”.
3- El padre de uno de mis estudiantes nos dijo en una junta escolar que estaba preocupado por su hijo de 7 años, ya que hablaba de un fantasma invisible que hablaba y jugaba con el en su habitación. Su hijo le dijo que el fantasma se hacia llamara “El capitán”, que era viejo y con una larga barba. El niño le dijo a su madre que el fantasma le había dicho que cuando creciera su trabajo iba a ser matar personas y que el le iba a decir quienes necesitaban ser asesinadas. El niño llorando le dijo que el no quería matar personas cuando creciera, pero el capitán le dijo que no había opción que se acostumbraría después de un rato.
4- Cuando mi hijo tenía 4 años, me dijo que su amigo imaginario le gustaba sentarse en la esquina de su habitación, y que cuando yo apagaba las luces sus ojos se volvían rojos.
5- El amigo imaginario de mi pequeño hermano, Roger, vivía bajó nuestra mesita de noche. Roger tenía 9 hijos y una esposa, ellos habían vivido ahí pacíficamente durante 3 años. Un día mi hermano anunció que Roger no estaría más ahí, ya que el se encargó de matarlo a él y a toda su familia.
6- Mi hija solía contarme a cerca de un hombre que entraba en su habitación cada noche y que la persignaba. Yo pensaba que eran solo sueños. Entonces mi suegra me envió algunas fotos. Mi hija se dirigió inmediatamente a la foto del padre de mi esposo, quien había muerto hace 16 años, y dijo: “Él es el hombre que entra a mi habitación cada noche”. Mi esposo me dijo que su padre siempre lo persignaba todas las noches cuando el era un niño.
7- Cuando mi hija mayor tenía 2 o 3 años, ella solía tener una pareja de amigos imaginarios, Dodo y DeeDee. Ellos eran los típicos amigos imaginarios. A ella le gustaba hablar de ellos, jugar, me contaba a cerca de sus vidas. Un día ella estaba hablando con su teléfono de juguete, cuando yo entre a su habitación. Ella lo colgó inmediatamente y me dijo con una voz plana y un rostro inexpresivo: “El diablo está en camino”.
8- Mi hermano pequeño solía hablar sobre una mujer que entraba a su habitación en las noches. El dijo que ella usaba un vestido rojo, que su nombre era Frannie, que lo persignaba y que flotaba. Yo tenía una pariente que murió varios años atrás con el mismo nombre, su color favorito era el rojo, de hecho la cremaron con uno. Cuando le mostré una foto el me dijo que justo era la mujer que veía, además me dijo que también veía a un hombre llamado Jacob que dormía conmigo en mi cama.
9- Cuando mi hermano era pequeño actuaba como si tuviera ángeles hablándole a cada segundo, un día mi mamá lo escuchó diciendo: “No puedo matarlo, el es mi único papá”.
10- Yo solía escuchar voces de noche cuando tenía 4 años, ellos solían decir cosas como: “¿Ya está dormido?, no sólo esta fingiendo”. También oía pasos que corrían hacia mi cuarto, un día me hice del baño en la cama del miedo y ellos se reían sin parar. Hoy tengo 39 años y mi hijo de 6 ha estado diciéndome que sus amigos imaginarios le cuentan cosas de mi, como cuando me hice del baño del miedo, mi hijo me dió detalles de la casa en donde yo viví de niño, dijo que “Ben” le contaba esas cosas. Yo me congele, y sólo pude decirle que no le hiciera caso a Ben.
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