Desde que se supo que la Tierra se inclina sobre su eje, se planteó la hipótesis de que la Tierra se bambolea en torno a esta inclinación del eje de una manera precisa cada 26.000 años. Esto podría explicar la precesión de las estrellas del zodíaco, ya que toma cerca de 2150 años para cada constelación zodiacal que preceden y hay 12 constelaciones que equivale a 26.000 años aproximadamente.
La precesión es un movimiento retrógrado, lo que significa que las estrellas del movimiento del zodíaco vayan hacia atrás en relación a la progresión global de la esfera celeste. Así, mientras el Sol se observa un aumento en una constelación dada del zodíaco en una fecha determinada, por ejemplo la constelación de Piscis en el Equinoccio de Primavera del 21 de marzo, con el tiempo se observa que Piscis se levanta más temprano y más temprano cada año.
Finalmente, después de cerca de 2.150 años, el Sol ya no es el aumento en Piscis el 21 de marzo, pero está aumentando en una constelación completamente diferente, como Acuario. Se trata de un retro-progreso, porque es lo contrario de la dirección aparente del Sol en un solo año, cuando el Sol se mueve en la dirección opuesta de la precesión a través de la banda zodiacal de estrellas, así que de enero a febrero, el Sol parece viajar de Acuario a Piscis.
Esta progresión se debe al movimiento de la Tierra alrededor del Sol, y no el Sol alrededor de la Tierra, como se propuso en el modelo geocéntrico. Sin embargo, la retro-evolución no puede explicarse por el movimiento de la Tierra alrededor del Sol, por lo tanto, se introdujo un movimiento rotatorio adicional.
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