martes, 1 de noviembre de 2011

GENETICA – DR. AUBREY DE GREY (GERIATRA/GERONTOLOGO)

Más allá de los 100


Dr. Aubrey de Grey - Gerontologo - Genetista - Imagen: lamonedadeschopenhauer.blogspot.com

LONGEVIDAD – Un nuevo libro señala que en un futuro no muy lejano las personas vivirán 150 años en promedio, gracias a los avances de la ciencia y la tecnología.
Muchos piensan que la vida es corta y no alcanza para cumplir todas las metas y los sueños ni tampoco para compartir lo suficiente con los seres queridos. Otros tantos creen que vivir más de 80 años es demasiado y no anhelan llegar a esa edad porque prefieren evitar los achaques de la vejez. Pero ¿qué pasaría si en los próximos siglos la esperanza de vida de la humanidad se duplicara y ya no fuera una rareza sobrepasar los 100 años? Aunque cueste trabajo creerlo, Sonia Arrison, una reconocida investigadora del Pacific Research Institute (PRI), en Estados Unidos, y autora del libro 100+: Cómo la era de la longevidad cambiará todo, desde las carreras y las relaciones hasta la familia y la fe, sostiene que esta posibilidad no es tan descabellada. Aún más, probablemente ya nació la primera persona que logrará vivir 150 años.

Arrison llegó a esta conclusión luego de estudiar durante una década los grandes avances de la ciencia y la tecnología en esta materia. Miembros de la comunidad científica, especialmente geriatras y gerontólogos, han realizado varias investigaciones sobre el envejecimiento para evaluar la posibilidad de prolongar la esperanza de vida en la raza humana, y la mayoría de ellos coincide en que va a aumentar. “La medicina regenerativa, la biotecnología y la terapia genética contribuirán a que la gente no solamente viva más, sino a que sea más saludable”, le dijo Arrison a SEMANA. Según la autora, esta revolución científica sumada al aumento progresivo de la población de la tercera edad a nivel mundial demuestran que las personas serán más longevas en este milenio.

Lo cierto es que la expectativa de vida de la raza humana ha aumentado ostensiblemente. Así lo demuestran las estadísticas demográficas, que revelan un incremento de la población mayor de 65 años, especialmente en los países desarrollados. Pero en los del tercer mundo también sucede lo mismo.   En Colombia, según cifras reveladas por el Dane, este grupo creció de 8,9 a 10,05 por ciento entre 2005 y 2011, y la tendencia va en aumento. “Aunque la esperanza de vida varía en cada país, lo cierto es que en la mayoría de ellos se encuentra entre los 75 y 80 años, 30 más que hace un siglo. Además, en la actualidad aumenta tres meses por año, lo cual es verdaderamente impresionante”, le explicó a SEMANA Felipe Sierra, director del Departamento de Envejecimiento Biológico del Instituto Nacional sobre el Envejecimiento (NIA), en Estados Unidos. Además, algunos estudios señalan que en 2030 habrá al menos un millón de personas con 100 o más años en todo el mundo.

Los científicos que han estudiado el envejecimiento han hecho pruebas con varios animales para evaluar cómo podría aumentar la esperanza de vida en los humanos. En la Universidad de California, por ejemplo, un grupo de investigadores descubrió que al modificar genéticamente a un gusano podía vivir hasta seis veces más del promedio normal.

Otro estudio realizado en 2009 por investigadores de la Universidad de Wisconsin reveló que los chimpancés pueden frenar su envejecimiento 20 años si se someten a una dieta estricta, baja en calorías. Y el más reciente fue hecho en el NIA con ratones obesos a los que se les suministró una droga para evitar los efectos colaterales de esta enfermedad, con lo cual su esperanza aumentó más del 40 por ciento.

Así como la terapia genética, la dieta y los medicamentos han logrado aumentar la expectativa de vida en estos animales, los expertos consideran que estos factores también pueden surtir efecto en los seres humanos. Por otra parte, los trasplantes de órganos y la clonación de células madre permitirán detener enfermedades terminales.

En Suecia, por ejemplo, en junio pasado se realizó con éxito un trasplante de tráquea a un hombre de 36 años que tenía un tumor cancerígeno de seis centímetros en dicho órgano. El tubo que le pusieron al paciente fue hecho en laboratorio con material sintético, y tres meses después de la operación se encuentra en perfecto estado de salud. En la actualidad, varios institutos están trabajando para crear más de treinta órganos y tejidos como este, incluidos hígados, huesos y corazones, hechos a base de materiales reciclables y biodegradables.

El gerontólogo Aubrey de Grey, uno de los más controversiales y estudiosos del tema, asegura que hay siete tipos de envejecimiento, todos a nivel celular, que deben ser combatidos para extender la vida. “Esto se logrará por medio de los avances en medicina regenerativa. El hecho de que la gente sepa que no va a envejecer pronto cambiará la concepción de la vida misma”, le dijo a esta revista.
Pero más allá de estos grandes avances, lo más importante ante este eventual cambio es que la expectativa de buena salud aumente. Arrison asegura en su libro que las personas no solo vivirán más, sino que gozarán de mayor calidad de vida. “Si la gente vive más años y es saludable, su productividad aumentará y la riqueza también”, afirma la autora.

Según un estudio realizado por economistas de la Universidad de Harvard, si se compara la riqueza de dos países que son idénticos en todos los aspectos menos en el de la esperanza de vida de sus habitantes, el ingreso per capita anual es superior en el país que tiene personas más longevas.
Según la teoría de la autora, la longevidad se traducirá en prosperidad económica, felicidad y riqueza, pero también implicará cambios profundos en la sociedad. En primer lugar, las personas mayores se verán más jóvenes y seguramente empezarán a envejecer después de los 100. Las relaciones interpersonales cambiarán bastante. Es probable que aumenten los divorcios y que las personas se casen varias veces. “La gente trabajará más años, estudiará varias carreras y tendrá suficiente tiempo para hacer cosas que las personas de hoy no podrían realizar”, le dijo Arrison a SEMANA. La autora también señala que los debates éticos y religiosos serán pan de cada día y esa nueva realidad cambiará el significado de la vida para muchos.

Sin embargo, ese panorama imaginario no está exento de retos, pues factores como la superpoblación y el agotamiento de recursos naturales traerán grandes problemas ya que será difícil mantener a tantas personas en un estado óptimo.   Además, no se sabe si los avances en medicina regenerativa van a expandirse a todo el mundo, especialmente a los países más pobres. Algunos que se oponen a estos avances, a los que se refieren como tecnolongevidad, creen que sería mejor minimizar las enfermedades evitando intervenciones quirúrgicas e implantes de órganos artificiales. Por eso recomiendan que las personas mejoren su dieta y sus costumbres para que puedan extender su esperanza de vida de forma natural.

Arrison cree, sin embargo, que la prolongación de la vida requiere, además de esos cambios en el comportamiento de las personas, de mucha investigación, para lo cual es necesario el apoyo de instituciones y sociedad civil de tal forma que se pueda llegar a ese mundo en el que celebrar 100 años sea un asunto cotidiano. Después de todo, “vivir es mejor que morir”, como concluye Arrison.

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