La ira de los neoyorkinos ante la política policial de ‘Stop-and-Frisk’ (detener y registrar) se hace eco, cada vez más, en la mayor ciudad de EE. UU.
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En este sentido, el jefe de la Policía de Nueva York (este), Ray Kelly, se vio el martes obligado a abandonar el escenario del auditorio donde tenía planeado dar un discurso, tras ver cómo le abucheaban los estudiantes de la Universidad de Brown, en Rhode Island.
Gritos y silbidos fue lo único que se escuchó en el auditorio cuando el comisionado de la policía de Nueva York dio comienzo a la disertación de su conferencia sobre “Vigilancia Proactiva en la mayor ciudad de EE. UU.”.
“El racismo no se debate”, “queremos que dejen de detener y que cacheen a las personas”, con estas consignas los indignados manifestaron su descontento.
Un tribunal federal dictaminó en agosto de este año en curso que las prácticas de lucha contra el crimen ‘Stop-and-Frisk’ del Departamento de Policía de Nueva York violan los derechos constitucionales de los neoyorquinos.
La táctica de ‘Stop and Frisk’ fue duramente criticada por políticos y muchos ciudadanos, que la consideran “abusiva”.
Se estima que más de cuatro millones de personas fueron víctimas de la practica ‘Stop and Frisk’, en su mayoría afrodescendientes o latinos.
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