La sequía extrema en Aracatuba, Brasil, provocó este raro fenómeno que conjuga el fuego y el viento. A veces conocidos como “demonios de fuego”, (especie de demonio de tazmania girando sobre sí mismo, o vórtice de llamas) los tornados de fuego ocurren cuando el fuego adquiere una columna vertical de aire. 

Puede llegar a medir más de mil quinientos metros de altura y producir vientos encendidos de más de 160 kmph. En 1923 un terremoto generó un tornado de fuego que en 15 minutos mató a 8 mil personas en Hifukusho-Ato, una región cercana a Tokio.