La historia de la humanidad es mucho más antigua y extensa de lo que se conoce actualmente. El concepto de Historia es explicado por una enciclopedia de la siguiente manera:”En el estudio del desarrollo humano hay que distinguir entre Prehistoria e Historia. La primera se ocupa de todo lás de 10 mil años.
Conclusión: Estos hombres, mujeres y niños, es cierto, vivieron en ciudades
semejantes a las de hoy. ¿Por qué no aprendimos estos hechos en la escuela?
Estas VERDADES pertenecen a TODA LA HUMANIDAD y no sólo a una élite que se
intitula SABIOS. Su comportamiento para con nosotros no indica la pose de TODAS
las características definidoras de la SABIDURÍA, de entre ellas: HUMILDAD por
amor a la VERDAD y el COMPARTIR sus descubrimientos , por AMOR a la humanidad.
Esta no es la historia particular de nadie, sino que pertenece a todos nosotros,
a todos los pueblos, ella es la HISTORIA DE LA HUMANIDAD….
Las
interrogantes de arqueólogos, antropólogos, historiadores y científicos
encuentran sus respuestas en esta historia desconocida, que por muchas razones
se ha perdido o ha sido destruida, pero que ha salido a la luz gracias a
investigadores que dedicaron sus vidas a buscar la verdad sobre nuestro origen
.
Uno de esos
investigadores fue Robert Charroux, que de su libro
“Histoire Inconnue des Hommes Depuis Cent Mille Ans” nos deja en una profunda
reflexión. Existe una prueba irrefutable en Las Pinturas Rupestres de
Lussac-les-Châteaux. Se encuentran en el “Museo del Hombre”, en París, algunas
piedras retiradas de las Cavernas de Lussac-les-Châteaux del periodo
magdalenense. En agosto de 1937, dos arqueólogos investigaron la tierra
amontonada en las rocas de una caverna. Uno de ellos, Stèphane Lwoff, resolvió
evaluar los pedazos de roca que había separado, a la luz del día.
Una
imprecación salió de sus labios cuando examinó su hallazgo: “¡Con los diablos!”
Lèon Pericard, el otro arqueólogo, acercóse para ver lo que había merecido la
imprecación de su compañero. Con su única mano (había perdido el otro brazo en
Verdun, en la 1ª Guerra Mundial), seguró los pedazos de calcáreo que Lwoff le
presentó:- Me parece que son grafitos…¿Usted está pensando lo mismo que yo?-
¡Sí, las piedras del lado izquierdo de la caverna fueron gravadas por hombres
prehistóricos!- Pero es extraordinario, dijo Pericard. ¡Estas piedras gravadas
hace 15 mil años traen hombres, mujeres y niños vestidos como nosotros, con
casacas, calzoncillos, zapatos o botines y sombreros !Esta descubierta acababa
de destruir todo lo que enseñara hasta entonces la Prehistoria Clásica y fue
autenticada por el Padre Breuil en 1938.
Algunas de estas piedras están
exhibidas en las vitrinas del 1º piso del Museo del Hombre, en París. Sin
embargo, el Museo presenta sólo las más “inocentes” pues el “establishment” no
puede aceptar transgresiones brutales en su arte de engañar a los tolos
(¡nosotros!) que lo creen piamente y no raciocinan ni cuestionan, sólo acatan
pasivamente la autoridad de los SABIOS (?) sin discutirla.
Esa descubierta fantástica está descrita
y archivada en el Bulletin de la Sociètè Prehistorique de France – libro 1957,
nº 10 – 1º piso, sala de la Prehistoria. Las piedras “chocantes” no son dadas a
la visión del gran público, sino que son mantenidas en el “cubículo de
Barba-Azul” del museo que, así como el misterioso cubículo del cuento infantil,
es un local destinado a los objetos “dañados”, los que la ciencia no logró
explicar… O que no quiere explicar. “Con las piedras gravadas de
Lussac-les-Châteaux, la Prehistoria adquiría un nuevo aspecto, otro sentido, el
pasado salía de las tinieblas y nuestros antepasados despojábanse de la “canga
grosera” que la buena voluntad les cubrían hasta entonces.” – dijo el arqueólogo
Robert Charroux.
http://veritas-boss.blogspot.com.es/2012/10/nuestro-pasado-remotorobert-charroux_3343.html
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