La familia de un adolescente discapacitado ha reclamado una compensación de un millón de dólares a la localidad de Rotterdam, en el estado de Nueva York, después de que dos policías le rompieron un brazo al joven.
El incidente, que se produjo el pasado octubre, fue grabado por una cámara de vigilancia del autobús escolar al que acudieron los agentes de seguridad.
Los llamó el conductor, quien se negó a llevar al joven de 16 años, Jacob Gocheski, “del que recibió amenazas de una forma agresiva”, según medios locales.
Tras intentar conversar con el chico durante unos minutos, los agentes usaron la fuerza para sacarlo del autobús. Retorciéndole un brazo, uno de los policías le causó una fractura.
En el vídeo se puede incluso escuchar el ruido del hueso al romperse.
El abogado de los Gocheski, Kevin Luibrand, señaló “la evidencia del uso de una fuerza excesiva por parte de los policías, que rompieron uno de los huesos más fuertes del cuerpo humano”, causándole “sufrimiento físico y angustia mental” al adolescente.
Luibrand afirma que debe ofrecerse un trato especial a las personas con necesidades específicas y que debía haberse esperado a que llegara personal calificado para ocuparse de este tipo de situaciones.
La Policía, por su parte, argumenta que los oficiales siguieron el protocolo. El adolescente fue acusado de un delito de obstrucción.
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