La familia de la mujer afroamericana desarmada que murió a causa de los disparos de la policía estadounidense en una zona cercana al Capitolio, en Washington D.C., está exigiendo respuestas acerca de las razones por las que ésta fue abatida.
Se trata de Miriam Carey, de 34 años, quien perdió la vida tras cruzar una de las barreras de seguridad y ser objeto de una persecución policial por las calles de Washington en los alrededores del Capitolio.
Oficiales y agentes de la Casa Blanca, así como el Servicio Secreto estadounidense dispararon unas 17 veces contra el coche de Carey, quien también llevaba a su hija de un año de edad dentro del vehículo.
El viernes, los miembros de la familia de Carey hablaron con los medios de comunicación norteamericanos, para pedir explicaciones sobre las razones que llevaron a la policía a abrir fuego contra la mujer, si había otros modos para poder ayudarle e impedir que el suceso acabara de forma tan trágica.
“Mi hermana no se merecía que le troncharan su vida tan joven”, lamentó Valerie Carey. Además, las hermanas sostuvieron que Miriam sufría de depresión post-parto.
Miriam Carey, quien trabajaba en una clínica dental en Stamford (Connecticut), se dirigió el jueves por una calle que conducía a la Casa Blanca, chocó contra una barricada temporal y luego retrocedió, provocando una persecución policial a alta velocidad.
“Mi familia está buscando respuestas, tenemos preguntas, hay una madre que ha perdido a una hija. Mi hermana y yo, hemos perdido una hermana. Y mi sobrina a su madre”, agregó Valerie.
Las autoridades anunciaron que hay una investigación en curso sobre los informes acerca de la salud mental de Miriam, mientras tanto, Valerie Carey, quien es exsargento de la Policía de Nueva York, aseguró que no entiende por qué los agentes mataron a una mujer desarmada que llevaba a un niño en su coche.
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