El Papa hizo un llamamiento a favor de las Iglesias de Oriente, amenazadas por múltiples conflictos y el islamismo radical, y manifestó su preocupación por las condiciones de vida de cristianos obligados a emigra por los conflictos internos. Ante patriarcas de las iglesias de esa región, manifestó su “enorme preocupación” por la situación de los católicos en países como Siria, Irak o Egipto
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Crédito: AFP
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“En Siria, Irak, Egipto y otras regiones de la Tierra Santa abundan las lágrimas”, clamó el Papa en el Vaticano, en una reunión mantenida con arzobispos y patriarcas de las confesiones cristianas en esos países.
“El obispo de Roma (el Papa) no tendrá paz mientras hombres y mujeres de cualquier región y religión sean heridos en su dignidad, privados de lo necesario para sobrevivir, sin un futuro y obligados a vivir en la condición de refugiado o desplazado“, explicó.
“Hoy, junto con los pastores de las Iglesias orientales, lanzamos un llamado para que se respete el derecho de todos a tener una vida digna y a profesar libremente la propia fe“, dijo Francisco.
El Papa mencionó también a los cristianos de esa región que a menudo viven como “pequeños rebaños en ambientes marcados por la hostilidad, el conflicto y la persecución encubierta”, dijo al improvisar.
Francisco recordó en forma especial a Jerusalén, “donde nacimos todos espiritualmente”, el lugar escogido por Dios, para que “Oriente y Occidente se unan“, afirmó.
AFP
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