Presentan el nuevo mapa del genoma humano. Esta semana un equipo de investigadores internacional revela
que el denominado ‘ADN basura’ en el genoma humano es, en realidad, un gran
panel de control con millones de 'interruptores' que regulan la actividad de
nuestros genes. Sin estos interruptores, los genes no funcionarían y se podrían
originar mutaciones que, a su vez, podrían desencadenar enfermedades.
Fuente: http://noticiasdelaciencia.com/index.html
Descubierta por cientos de científicos del proyecto Encyclopedia of DNA
Elements (ENCODE), la nueva información es tan exhaustiva y compleja que ha dado
lugar a un nuevo modelo de publicación donde los documentos electrónicos y los
conjuntos de datos están interconectados. Los resultados aparecen en 30
artículos de acceso abierto conectados entre sí en las revistas Nature, Genome
Biology y Genome Research.
El proyecto está liderado por el National
Genome Research Institute (NHGRI) en EEUU y el EMBL-European Bioinformatics
Institute (EMBL-EBI) en Reino Unido. ENCODE presenta un mapa detallado de la
función del genoma que identifica 4 millones de interruptores de genes. Esta
referencia esencial ayudará a los investigadores a localizar áreas muy
específicas de enfermedades humanas.
"Nuestro genoma sólo funciona
gracias a los interruptores:
Millones de lugares que determinan si un gen se
enciende o se apaga", explica Ewan Birney del EMBL-EBI, coordinador de análisis
del proyecto. "El proyecto Genoma Humano mostró que sólo el 2% de nuestro genoma
contiene genes, que son las instrucciones para hacer proteínas. Pero con ENCODE
podemos ver que cerca del 80% del genoma está activamente haciendo algo. Hemos
encontrado que una gran parte del genoma - de hecho, una cantidad sorprendente -
está implicada en controlar cuándo y dónde se producen las proteínas más allá de
simplemente fabricarlas”.
Estos descubrimientos ofrecen el conocimiento que
se necesita para mirar más allá de la estructura lineal del genoma y ver cómo
toda la red está conectada. Tan importante es saber dónde están ubicados los
genes como qué secuencias los controlan. Debido a la compleja estructura
tridimensional de nuestro genoma, estos controles a menudo están lejos del gen
que regulan si leemos la secuencia linealmente, aunque si se hace de forma
tridimensional veremos que se encuentran envueltos alrededor para contactar con
ellos.
Si no fuera por ENCODE, probablemente nunca habríamos mirado estas
regiones, destacan los investigadores, quienes destacan este paso “enorme” hacia
la comprensión del complejo diagrama de cableado del ser humano. ENCODE ayuda a
mirar en lo más hondo del circuito de regulación que muestra cómo todas las
partes se unen para crear un ser complejo.
El proyecto ha combinado los
esfuerzos de 442 científicos en 32 laboratorios en el Reino Unido, EEUU,
Singapur, Japón, Suiza y España. En este último país se han involucrado veinte
investigadores del Centro de Regulación Genómica (CRG) en Barcelona (aunque
algunos están, a fecha de hoy, en otros centros).
El científico Roderic
Guigó, coordinador del programa de Bioinformática y Genómica del CRG y profesor
en la Universidad Pompeu Fabra, ha liderado el grupo de análisis de ARN de
ENCODE. También han participado dos investigadores del CNIO y se ha contado con
el apoyo del Instituto Nacional de Bioinformática.
Los autores del CRG
han colaborado en dos de los artículos publicados en Nature (autores principales
en uno de ellos), en otros dos en Genome Biology y en cuatro de los de Genome
Research (autores principales en tres de ellos). Investigadores asociados al CRG
han diseñado la portada del número especial sobre ENCODE en esta última,
inspirándose en el estilo del artista catalán Joan Miró.
Los datos de
todo el proyecto han generado cerca de 15 terabytes (15 billones de bytes) de
información en bruto, toda ella ahora disponible públicamente. El estudio ha
utilizado alrededor de 300 años en tiempo de ordenador para estudiar 147 tipos
de tejido y determinar qué enciende o apaga a genes específicos y cómo ese
interruptor difiere entre tejidos o tipos celulares.
Los artículos
publicados "representan una nueva forma de hacer que los investigadores puedan
navegar y acceder a los datos", comenta Magdalena Skipper, editora senior de la
revista Nature, que ha producido la plataforma de publicaciones gratuita en
internet. Todo el contenido de las tres revistas está conectado digitalmente por
temas, de tal forma que los lectores pueden seguir su área de interés entre los
trabajos y hasta los datos originales. (Fuente:
CRG/SINC)
Fuente: http://noticiasdelaciencia.com/index.html
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