La aprobación de la presidenta brasileña Dilma Rousseff ha caído hasta el 30 por ciento, muy por debajo del 57 por ciento que tenía antes de que comenzara la ola de protestas contra la corrupción y los malos servicios públicos, según revela el último sondeo publicado por el diario ‘Folha de Sao Paulo’.
Esta es la mayor caída de popularidad de un presidente brasileño desde Fernando Collor de Mello, quien bloqueó las cuentas bancarias de la población para frenar la inflación. Collor fue destituido dos años más tarde por delitos de corrupción.
Rousseff, que sucedió en 2011 a su mentor el popular expresidente Luiz Inácio ‘Lula’ da Silva había logrado mantener hasta ahora un alto nivel de aprobación de entre un 47 y un 65 por ciento.
El descontento popular refleja también un enfriamiento de la otrora vibrante economía brasileña y un repunte de la inflación.
El sondeo señala que la apenas un 27 por ciento de los brasileños evalúa positivamente la economía brasileña, frente al 49 por ciento de la encuesta anterior, de principios de junio.
El estudio está realizado a partir de 4.717 entrevistas y el margen de error que contempla es de más menos 2 puntos porcentuales.
elEconomista.es
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