Un estudio reciente viene a demostrar que es posible convencer a una persona completamente inocente de que en su juventud cometió un delito, incluso si el supuesto crimen nunca existió.
La psicóloga Julia Shaw de la Universidad de Bedfordshire, en Reino Unido, ha investigado la posible causa de este fenómeno de sugestión, llegando a la conclusión de que, si son interrogadas de forma correcta, y si se tienen suficientes conocimientos sobre el pasado de las personas, individuos inocentes pueden fabricar historias en sus mentes con tanto detalle, que pueden convencerse erróneamente de haber cometido un crimen, según publica la revista ‘Psychological Science‘.
“Nuestros hallazgos demuestran que los falsos recuerdos de haber cometido delitos pueden ser sorprendentemente fáciles de generar, y que pueden tener los mismos detalles complejos que un recuerdo real”, dijo Shaw en un comunicado de prensa.
Shaw y su colega Stephen Porter, psicólogo forense de la Universidad de British Columbia, en Canadá, se pusieron en contacto con los familiares de 60 estudiantes universitarios que nunca estuvieron involucrados en ningún delito y les pidieron que llenaran un cuestionario relacionado con hechos concretos que estos estudiantes experimentaron entre los 11 y 14 años. A los estudiantes, que fueron entrevistados en 3 ocasiones durante 3 semanas, se les pidió que recordaran detalles de dos sucesos de su infancia, pero sin saber que uno de los hechos había sido totalmente inventado por los autores del experimento.
Resultados mortales
La investigación se basa en un artículo elaborado por un equipo de abogados y especialistas en estadística en el que revelaban que el 4,1 % de los acusados de delitos que están condenados a muerte en EE.UU. son sentenciados erróneamente.
Shaw y Porter llegaron a la conclusión de que de los 30 alumnos a quienes se les dijo que habían cometido un crimen en sus años de adolescencia, 21 de ellos (el 71%) terminaron desarrollando una falsa memoria del suceso. De los 20 a quienes se les dijo que cometieron algún tipo de asalto, ya sea con o sin arma, 11 fueron capaces de describir con detalle un suceso que nunca ocurrió.
Los investigadores dicen que esto podría tener enormes implicaciones en el sistema de justicia penal en lo que a interrogatorios de sospechosos se refiere, y al peso que se le da a los testimonio de los testigos.
“La comprensión de que existen estos complejos recuerdos falsos, y de que las personas normales pueden ser guiadas para generarlos con bastante facilidad, es el primer paso para prevenir que sucedan”, dice Shaw en el comunicado de prensa.
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