miércoles, 28 de enero de 2015

Enseñanzas esotéricas y organizaciones de transmisión del conocimiento ancestral

historia

Desde que el hombre es homo sapiens, ha habido un conocimiento del funcionamiento de las leyes que rigen la naturaleza, el cosmos y la Creación, y ese conocimiento se ha denominado “ocultismo”, pues estaba, como bien podéis deducir “oculto”. El porqué de haber mantenido en secreto este conocimiento, posiblemente tenga que ver con que, desde el principio de los tiempos, el hombre ha temido lo que no comprende, y ha hecho muy mal uso del poder que otorga conocer los mecanismos que rigen el funcionamiento de las cosas, por un lado debido a la forma en la que nuestra mente está creada y como funcionamos, y el hecho de que el hombre ha buscado siempre el beneficio personal y el servicio a uno mismo por encima del beneficio común y el servicio a los demás. Así, conocer y manipular las energías de la naturaleza y del planeta al antojo de uno, era peligroso, sino se hacia por aquellos que buscaban solo servir al prójimo a través de este conocimiento, que tenia que apartarse de la masa general para evitar que fuera usado para hacer lo contrario.
Por otro lado, puesto que los hombres se han perseguido unos a otros por simples diferencias ideológicas, era peligroso hablar en público de todo aquello que podía devolver el poder a las personas sobre el control del sistema establecido, bajo pena de ser ejecutado y perseguido. Así, conocimiento ocultista ha existido siempre, pero bien guardado, o bien por miedo de aquellos que lo poseían, o bien por prudencia de un posible mal uso.
De esotérico a ocultista
En todo caso, la palabra ocultismo no era la usada ni mucho menos en los albores de la humanidad ni a lo largo de su historia, sino que siempre se refirió a este conocimiento como “esoterismo”, siendo Eliphas Levi, pseudónimo del mago y escritor francés Alphonse Louis Constant, a su vez cabalista y teúrgo, quien lo acuñó por primera vez en el siglo XIX. Aquello que empezó a llamarse conocimiento ocultista, era el conocimiento “esotérico” que Pitágoras y las escuelas de misterio egipcias y griegas enseñaban más o menos secretamente en sus tiempos, pero nunca tuvieron la definición de “ocultas”, sino solo “reservadas” a aquellos que podían hacer un buen uso de ellas.
El de dónde vienen originariamente este conocimiento, también es fuente de investigación constante. Algunas de las líneas esotéricas provienen de los conocimientos que las primeras razas que habitaron nuestro planeta tenían, y trajeron consigo de allá donde vinieran originariamente (creemos que han existido cuatro grandes razas anteriores a la nuestra, la primera, la llamada raza polar de la que no se conserva nada; la segunda, la raza hiperbórea, de la que nace una línea de conocimiento de la que quedan muy pocos vestigios en el planeta; la tercera raza, la raza lemuriana; la cuarta, la raza atlante, y de la que si que varias escuelas de misterios son depositarias de todo el saber que se tuvo en aquella época, especialmente aquellas que tienen su base histórica en Egipto, finalmente, nosotros, la quinta raza, disponemos de las líneas de conocimiento que le fueron entregadas a la humanidad nacida genéticamente por sus creadores, el ENKI sumerio (=Yahveh hebreo= cábala) y el ENLIL sumerio (=Lucifer hebreo, línea de conocimiento maya, calendario lunar, etc.).
El segundo, ENLIL, a priori el creador de nuestra raza por sus responsabilidades científicas y genéticas, intentó liberar y dotar de conocimiento a aquellos que había creado, enfrentándose a su hermano, que pretendía todo lo contrario, de ahí que, la cábala real, no la pública, por ejemplo, sea el manual de instrucciones de gestión y control de la quinta raza, mientras que las escuelas que descienden de los conocimientos entregados por ENLIL son aquellas que tienen el conocimiento contrario, el de la liberación del ser humano.
Ciencias ocultas vs enseñanzas ocultistas
Por otro lado, existe una enorme diferencia entre lo que hoy en día se llaman “ciencias ocultas” y lo que tendrían que ser las “enseñanzas ocultistas”. Las primeras incluyen todo tipo de prácticas relacionadas con la adivinación, quiromancia, tarot, espiritismo, etc., lo segundo está relacionado con el conocimiento superior de la estructura de la Creación, y que a mi me gusta más catalogar como “metafísica”, lo que está más allá de lo físico y tangible.
Al final, se suelen mezclar ambos términos y todo es ocultista o esotérico, cuando en nada se parece aquel que usa técnicas adivinatorias para saber si le va a venir bien un trabajo o una relación, con aquel que trata de comprender los conceptos fundamentales que rigen todo lo que existe en el universo.
En todo caso, las enseñanzas esotéricas (vamos a volver a usar los términos pitagóricos y no los cabalistas) se han desarrollado bajo diferentes culturas, y se han visto influenciadas por las circunstancias de la época donde se han transmitido o intentado transmitir, pues nunca fue la intención de aquellos que la poseían de denegar el acceso a la humanidad de este conocimiento, sino solo de hacerlo llegar a aquellos que por su propio esfuerzo habían llegado a merecerlo, y no podían o, a priori no iban, a hacer un mal uso del mismo. Está por discutir, evidentemente, si los que hoy han accedido a ese conocimiento en los grados más altos y ocultos de todas las escuelas iniciáticas (los grados que están dentro de los círculos más internos, mas allá de los grados públicos rosacruces, masones, mágicos, etc.) usan este conocimiento y poder para el bien o para el mal, pero desde el punto de vista de los maestros de la antigüedad, ese era el objetivo.
Diferentes sistemas en diferentes épocas
Según el periodo histórico y la mentalidad de la humanidad en cada momento, estas enseñanzas esotéricas han ido saliendo a la luz (con más o menos fortuna, más o menos información, más o menos desinformación, y más o menos distorsión) con diferentes denominaciones. Sistemas de transmisión de información esotérica incluyen la magia, la masonería, la teosofía, la gnosis, el rosacrucismo, la metafísica, la antroposofía, etc. Cada sistema posee su propia estructura y cosmovisión, que varían de una a otra, que están peleados en algunos casos, que se contradicen flagrantemente en otros y que se complementan perfectamente en algunos más. Y como todo, cada escuela o línea tiene una estructura muy definida.
Por ejemplo, la magia tiene un director a quien llaman Ippssissimus, la masonería tiene a su Gran Maestre, la teosofía a su Presidente, la gnosis a su Perfectis,  los rosacruces a su Imperator y los metafísicos a sus Instructores.
Más aun, cada uno de estos sistemas de transmisión de conocimiento esotérico tiene sub-divisiones en tradiciones, ritos, logias, etc. En la magia, por ejemplo, existe la magia pagana, la magia neopagana y la magia cabalística. La magia cabalística, la última, se divide a su vez en magia ritual y magia enochiana y, de nuevo, la magia enochiana se divide en alta magia y magia práctica.  La magia neopagana se divide a su vez en la tradición celta, la tradición gardneriana, etc.
La masonería, por su lado, en su parte pública, se divide en ritos como el egipcio, el filosófico, el martinista, el escocés, el astrológico, etc., etc. Sobre teosofía tenemos la división entre la teosofía antigua de la lejana Grecia, promulgada por Amonio Saccas, y la teosofía moderna de Blavastsky, movimiento precursor de la mayoría de ideas tan distorsionadas de lo que hoy conocemos como “nueva era”.
Siguiendo con las divisiones, la gnosis se divide en cataros, albigenses y valentinianos, los rosacruces se dividen en logias, fraternidades, hermandades, ordenes y sociedades, y la metafísica, por último, se divide en pagana y cristiana, platónica y una línea promulgaba por la escritora Conny Méndez que viene a ser una mezcla de varias de las líneas anteriores.
Todos unidos, todos peleados
En los años 30, varias de estas escuelas y órdenes decidieron unirse para crear una organización que mantuviera y protegiera todo este conocimiento esotérico, y así nació la federación FUDOSI, que duró bien poco, porque fue desmontada en 1951. Fue creada por rosacruces (AMORC), masones, martinistas, y otras cuantas escuelas iniciáticas, pero, como siempre pasa, fue opuesta directamente por otra organización llamada casi igual, FUDOFSI, formada por otras tantas escuelas y organizaciones esotéricas pero totalmente contrarias a las primeras. Tampoco duró mucho esta organización y fue desmontada ya hace algunas décadas.
Al final, el objetivo perseguido por este tipo de escuelas y organizaciones es el mismo, perpetuar el saber arcano sobre las leyes que rigen la Creación, y como usarlas, a priori, para el bien mayor de la humanidad. Puesto que en estos momentos, y desde la manipulación del ser humano este conocimiento no es público, debido precisamente a que el ser humano no es aquello que debiera ser para vivir en armonía con estas leyes, la mayoría de este conocimiento se mantiene “oculto”, de ahí la denominación de ocultismo de Eliphas Levi. Pero eso es algo que ya está cambiando, pues poco a poco, el ser humano, va expandiendo su conciencia, y poco a poco se libera todo este conocimiento y sabiduría que sigue siendo usado por unos pocos para un control de unos muchos, pero eso es algo que no va a durar demasiado. Aquel que está listo, encuentra el sendero del camino iniciático, el sendero del camino personal, y no tiene que más que tener una fuerte vocación de servir a los demás y de querer ayudar al prójimo, y con ello me refiero a la raza humana en su conjunto, para que ese conocimiento le vaya siendo transmitido y aparezcan las fuentes, maestros y oportunidades para ello.

POR DAVID TOPÍ

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