Mientras que los científicos intentan buscar soluciones al cambio climático, otros siguen un camino más controvertido, el de la geoingeniería, una solución al cambio climático que implica, por ejemplo, la utilización de reflectores de la radiación solar en el espacio o la fertilización de los océanos.
El multimillonario filántropo Bill Gates colabora con un grupo de científicos del clima para la realización de experimentos de geoingeniería.
Bill Gates es otro de los ricos que respaldan financieramente a los científicos que presionan a los Gobiernos para que impulsen los proyectos de Geoingeniería, aumentando la preocupación sobre el impacto que este pequeño grupo pueda tener sobre las decisiones relacionadas con la Geoingeniería.
“Bill Gates respalda a los científicos que presionan para la realización de actividades de geoingeniería a gran escala. Otros ricos también han financiado una serie de informes para el futuro uso de tecnologías que permitan una transformación intencional de clima”.
Crece la preocupación por este pequeño pero influyente grupo de científicos, y los que les financian, ya que pueden tener un efecto muy importante en las decisiones sobre la investigación y la política en materia de Geoingeniería.
“Tendremos que protegernos de estos intereses creados y corroborar que las decisiones que se tomen no estén influenciadas por aquellas partes que podrían hacer un enorme negocio a través de la modificación del clima, sobre todo en la propiedad intelectual de las patentes”, dijo Jane Long, directora general del Laboratorio Nacional Lawrence Livermore de los Estados Unidos, durante una ponencia presentada en una conferencia sobre geoingeniería y ética.
“ Las apuestas son muy altas y los científicos no son los más adecuados para hacer frente a los problemas sociales, éticos y políticos que plantea la Geoingeniería”, dijo Doug Parr, jefe científico de Greenpeace. “La idea de que un grupo autoseleccionado tenga tanta influencia es algo extraño”.
La presión para la búsqueda de una rápida solución tecnológica al cambio climático crece a medida que los políticos no llegan a un acuerdo para reducir de modo significativo las emisiones. En 2009-2010, el Gobierno de los Estados Unidos recibió peticiones por valor de más de 2 mil millones de dólares para investigaciones en Geoingeniería, pero gastó aproximadamente unos 100 millones de dólares.
Al igual que Gates, otros individuos adinerados, incluyendo a Sir Richard Branson, magnate de arenas bituminosas Murray Edward y el cofundador de Skype, Niklas Zennström, han financiado una serie de informes oficiales sobre el uso futuro de esta tecnología. Branson ha solicitado de forma reiterada que se emplee la Geoingeniería para combatir el cambio climático, financiado la investigación de la Royal Society para la gestión de la radiación solar a través de la Carbon War Room. No se sabe mucho de cuál fue su aportación.
Los profesores David Keith, de la Universidad de Harvard, y Ken Caldeira, de Stanford, son líderes a nivel mundial en la promoción de proyectos de Geoingeniería basados en la utilización de escudos reflectantes que protejan la Tierra. Hasta el momento han recibido más de 4,6 millones de Bill Gates para el Fund for Innovative Climate and Energy Research (Ficer). Casi la mitad de los fondos de Ficer provienen directamente de los ingresos personales de Gates, que hasta ahora se han utilizado para investigaciones propias, pero el resto se ha desembolsado para financiar la labor de los defensores de otras intervenciones a gran escala.
Según la declaración de intereses financieros, Keith ha recibido anualmente una suma no revelada de Bill Gates, y es el Presidente y dueño mayoritario de la compañía Carbon Engineering, en la que tanto Gates como Edwards tiene una importante participación, que se cree tienen conjuntamente un valor superior a los 10 millones de dólares.
Otras empresas de Edwards, como Canadian Natural Resources, tienen planes de emplear 25 mil millones de dólares para convertir las arenas bituminosas que se encuentran al norte de Alberta en barriles de petróleo. Caldeira dice que recibe 375.000 dólares al año de Bill Gates, y tiene una patente sobre la captura de carbono. Trabaja para Intellectual Ventures, una empresa privada de investigación en Geoingeniería, propiedad en parte de Gates, dirigida por Nathan Myhrvold, es jefe de tecnología de Microsoft
De acuerdo con cálculos recientes de Ficer, los dos científicos han entregado hasta ahora 300.000 dólares de Gates al fondo para importantes revisiones y evaluaciones de Geoingeniería: el informe de la UK Royal Society sobre la Gestión de la Radiación Solar, a un grupo de trabajo de Estados Unidos sobre Geoingeniería y un informe del año 2009 de Novin, un grupo de expertos con sede en Santa Bárbara, California, Keith y Caldeira se encontraban entre los científicos que participaron en el informe o aportaron pruebas. Los tres informes recomiendan que se realicen más investigaciones sobre la gestión de la radiación solar.
El fondo también entregó 600.000 dólares a Phil Rasch, científico sobre el clima, jefe del Pacific Northwest National Laboratory, una de las 10 instituciones de investigación financiadas por el Departamento de Energía de los Estados Unidos.
Rash presentó su primer informe ante la Royal Society sobre Geoingeniería en 2009 y participó en la elaboración del informe de 2011. Ha testificado ante el Congreso de Estados Unidos sobre la necesidad de que el Gobierno financie los proyectos de Geoingeniería a gran escala, y de acuerdo con su declaración financiera, trabaja para Intellectual Ventures. Además, Caldeira y Keith dieron otros 240.000 dólares a los defensores de la Geoingeniería para que asistieran a reuniones y 100.000 dólares a Jay Apt, un destacado defensor de la Geoingeniería como último recurso, profesor de ingeniería en la Universidad Carnegie Mellon. Apt trabajó con Keith y Aurora Flight Sciences, una empresa de Estados Unidos que desarrolla tecnología con aviones teledirigidos para el ejército, a fin de estudiar los costes de enviar 1 millón de toneladas de partículas de sulfato a la parte superior de la atmósfera.
El análisis de las ocho principales investigaciones nacionales e internacionales sobre Geoingeniería en los últimos tres años, muestra que Keith y Caldeira, Rash y el profesor Granger Morgan, jefe del departamento de Ingeniería y política pública en la Universidad Carnegie Mellon, donde Keith trabaja, se han asentado en siete comisiones, incluida una de la ONU. Otros tres defensores de la Geoingeniería sobre la radiación solar, incluyendo a Rash, han participado en investigaciones nacionales financiadas por Ficer.
“Hay claros indicios de conflictos de interés entre muchas de las personas involucradas en este asunto”, afirmó Diana Bronson, investigadora de una organización de vigilancia de la Geoingeniería, con sede en Montreal. ETC.
“Lo que es realmente preocupante es que el mismo pequeño grupo de trabajo sobre tecnologías de alto riesgo, proyectos de Geoingeniería en el planeta, estén tratando de manipular las discusiones en torno a las normas y reglamentaciones internacionales. No podemos poner al zorro a cargo del gallinero”.
“La eco-camarilla está presionando para que se inyecten fondos públicos en la investigación sobre geoingeniería. Acaparan casi todas las investigaciones sobre Geoingeniería. Están presentes en casi todas las deliberaciones de los expertos. Han sido asesores en las investigaciones parlamentarias y sus puntos de vista, con toda probabilidad, dominan las deliberaciones del Grupo Intergubernamental de Expertos de la ONU sobre Cambio Climático (IPCC), ya que se enfrentan por primera vez a una auténtica maraña científica y ética sobre la Geoingeniería del clima”, dijo Clive Hamilton, profesor de Ética Pública de la Universidad Nacional de Australia, en un blog de The Guardian.
***En un debate en 2010 sobre Geoingeniería en Democracy Now, la científica y ecologista Vandana Shiva advertía en contra de los métodos utilizados para hacer frente al cambio climático:
“…Existe la idea de que se puede diseñar nuestra vida en este planeta, al mismo tiempo frágil y complejo, con múltiples interrelaciones e interconexiones, lo que ha dado lugar a este lío en el que estamos sumidos. El paradigma de la Ingeniería que creó la era de los combustibles fósiles, trajo consigo el cambio climático. Ya Einstein nos advirtió que no se pueden resolver los problemas con la misma mentalidad con la que se crearon. La Geoingeniería está tratando de resolver los problemas con la misma mentalidad de siempre, la de controlar la naturaleza. Y a la naturaleza no se puede engañar. Esto es algo que la gente debe saber a estas alturas. No hay engaño posible. Finalmente, las leyes de Gaia determinan el resultado final”.
***En un edición de 2008 del Boletín de los Científicos Atómicos, Alan Robock da 20 razones por las cuales la Geoingeniería puede ser una mala idea, incluyendo el uso militar de esta tecnología y el riesgo de producir consecuencias no deseadas.
http://www.gmwatch.org/latest-listing/1-news-items/13677-gates-and-the-millions-funding-geoengineering
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