La incapacidad de republicanos y demócratas para votar el nuevo presupuesto, y evitar el cierre del Gobierno, ya causó una fuerte caída de la bolsa de valores y abrió un periodo de incertidumbre para unos 800 mil empleados del Estado que dejarán de percibir su sueldo, así como para millones de ciudadanos que no podrán usar los servicios públicos con normalidad.
La administración estadounidense afronta, desde este martes, su primer cierre parcial en casi dos décadas, luego que la bancada republicana en el Congreso se negara a someter a votación una iniciativa presupuestaria que habría permitido mantener abierto el Gobierno Federal. En cambio, la falta de acuerdo ha dejado al Estado paralizado y sin dinero para mantener una buena parte de sus servicios y funcionarios.
El Senado, de mayoría demócrata, rechazó, por 54 votos a favor y 46 en contra, la ley aprobada por la Cámara de Representantes, de mayoría republicana, obligando al Gobierno a cerrar gran parte de las agencias federales, especialmente aquellas consideradas “no esenciales”.
El presidente Barack Obama advirtió que la crisis presupuestaria también provocaría “el cierre de edificios públicos, que las nóminas de los funcionarios lleguen tarde, y servicios vitales para nuestra economía que afectan a jubilados, veteranos, mujeres y recién nacidos queden ligados de manos y pies”.
De esta manera, el nuevo año fiscal comienza con el cierre de parques nacionales y varios museos, el retraso en el pago de las pensiones y cheques de ayudas para los veteranos, así como en el trámite de solicitudes de visas y pasaportes.
Por su parte, los controladores aéreos, los empleados de los trenes, los militares, quienes reparten el correo y los funcionarios de prisiones continuarán activos en sus puestos. Sin embargo, se quedarán en casa la mitad de los empleados civiles del Pentágono y la inmensa mayoría de quienes trabajan en organismos como el Consejo de Relaciones Laborales o la Agencia de Protección Medioambiental.
La Casa Blanca atribuye la responsabilidad del cierre del Gobierno Federal al titular de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, “por seguir el guión de los elementos más conservadores de su partido”. Asimismo, el Gobierno estima la escasez de fondos podría costar más de mil millones de dólares a las arcas públicas.
Esta falta de acuerdo acerca del presupuesto para el ejercicio 2014 y el límite de endeudamiento federal provocó que Wall Street abriera este martes con un fuertes descensos, que el Dow Jones cayera en uno por ciento y que el índice compuesto del mercado Nasdaq ceda el 1,08%.
El dólar también siguió a la baja y se disparó el seguro con el que los inversionistas se cubren ante un eventual incumplimiento de los bonos de Estados Unidos, lo que prendió la luz roja en el tablero de riesgos a nivel internacional.
Techo de deuda
La parálisis en el Congreso también afecta las negociaciones por el techo de deuda, cuyo límite se superará el 17 de octubre, momento en que el Tesoro de Estados Unidos dispondrá solo de 30 mil millones de dólares para cumplir con sus obligaciones.
Por ello, Obama subrayó que dejar al país sin presupuesto y sin dinero para pagar las facturas desatará una nueva crisis que podría afectar a todo el mundo.
Medios estadounidenses temen que un cierre prolongado del Gobierno Federal y una cesación de pagos tenga un efecto dominó que vaya mucho más allá de Washington, ya que afectaría a los mercados financieros, elevaría la tasa de desempleo y desaceleraría el crecimiento.
De acuerdo con el último sondeo de la cadena estadounidense CNN, un 46 por ciento culpa a los republicanos por el cierre del gobierno, mientras que un 36 por ciento considera responsable a Obama y un 13 por ciento a ambas partes por igual.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario