El secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, remitió un informe al Consejo de Seguridad, en el cual precisó que la misión de expertos que supervisa la destrucción de las armas químicas en Siria deberá permanecer en ese país durante al menos un año, hasta que culmine ese proceso.
El diplomático surcoreano destacó que se trata de una misión que implica un “peligro sin precedentes”, puesto que evaluarán “una operación que, por sus características, para decirlo simplemente, nunca ha sido emprendida antes”,.
Una misión conjunta de la ONU y la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) está encargada de destruir el arsenal químico del Gobierno sirio, cumpliendo así una resolución del Consejo de Seguridad aprobada el pasado 27 de septiembre.
La resolución fue propuesta con base en un plan ruso-estadounidense, aprobado previamente por la OPAQ, el cual estima que las armas químicas deberán estar destruidas hacia mediados de 2014.
Asimismo, Ban explicó que aunque la misión tendrá su cuartel general en Damasco (capital), también contarán con una base en Chipre. Desde el pasado 1 de octubre, un grupo pequeño de expertos de la OPAQ y la ONU se encuentran en suelo sirio, para iniciar la destrucción de las instalaciones de producción de armas químicas.
Luego de varios días de verificación, los expertos supervisaron la destrucción por parte del personal sirio de las primeras cabezas de misiles, bombas y equipamientos de fabricación de armas químicas.
Incluso, los expertos internacionales alabaron este lunes la cooperación de Damasco en la destrucción de las armas químicas iniciada el pasado. Agregaron que sostuvieron “charlas constructivas” con altas autoridades del Gobierno de Al-Assad sobre la lista de almacenes de armas químicas enviada a la OPAQ.
Precisamente, Bashar al-Assad se comprometió a facilitar el trabajo de los expertos, expresando así su plena confianza en Rusia, principal artífice de la resolución y el responsable de evitar un nuevo conflicto armado mundial.
La propuesta rusa alejó la amenaza de la intervención militar estadounidense, luego que un ataque con armas químicas, el 21 de agosto pasado cerca de Damasco, causara cientos de muertos.
Mientras Estados Unidos y sus aliados insisten en culpar al Gobierno sirio por ese ataque, sin argumentos, Damasco y Rusia han entregado a la ONU pruebas de cómo los grupos terroristas que operan en la nación árabe -incluso respaldados por EE.UU. Y sus aliados- son los responsables del ataque.
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